La DFB argumentó que la repetición era inviable puesto que el árbitro Felix Brych no había cometido ningún error de aplicación del reglamento sino un error de apreciación.
Kiessling remató de cabeza tras un saque de esquina, cuando su equipo iba en ventaja por 0-1, y el balón pegó en la parte exterior de las red y se metió en la portería debido a un agujero que había en la misma.
Brych validó el gol y las protestas sólo llegaron después, con la repetición de televisión.
"La decisión fue equivocada pero no se puede echar atrás", dijo el presidente del tribunal deportivo de la DFB, Hans E.Lorenz.
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El Hoffenheim puede recurrir la decisión de este lunes ante el tribunal de apelaciones.
Kiessling estuvo como testigo en la vista de este lunes y dijo que él había visto como el balón iba hacia la parte exterior de la red y luego había visto el balón dentro de la portería y creyó que el guardameta le había cambiado la trayectoria.
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"Vi que el balón iba en dirección a la parte exterior de la red, luego vi que estaba dentro de la portería pero no vi como había entrado. Creí que el portero la había metido", dijo el delantero.
Brych, por su parte, hizo una declaración similar a la del delantero. "Primero pensé que el balón iba por fuera de la portería, luego perdí el balón de vista y al final vi que estaba adentro", dijo Brych.
Brych durante el partido buscó el contacto con sus dos asistentes que también validaron el gol.
El Bayer Leverkusen se había mostrado partidario de repetir los 22 minutos finales del partido, es decir lo que restaba después del gol fantasma, con el marcador de 0-1 que había en ese momento.
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