El fiscal del caso también pide en su escrito de acusación presentado ante el juez Pablo Ruz que se imponga una multa de 22,2 millones de euros al Barcelona, que será juzgado como persona jurídica, así como de 25,1 millones a Rosell y 3,8 millones a Bartomeu.
En el caso de Bartomeu, reclama esa pena carcelaria por un delito fiscal correspondiente al año 2014 y a Rosell le acusa de otros dos delitos fiscales por los ejercicios 2011 y 2013, a los que le añade un delito societario por administración desleal.
A ambos les achaca su participación en el fichaje supuestamente fraudulento de Neymar, por el que el club dejó de pagar a Hacienda 13 millones de euros en esos tres años.
Al Barcelona le acusa de tres delitos fiscales por los tres años y reclama asimismo al club que pague a Hacienda 11,4 millones en concepto de indemnización por responsabilidad civil.
De 9,5 millones de esa cantidad responderá además solidariamente Rosell, y Bartomeu deberá hacerse cargo junto al club de los otros 1,9 millones de euros.
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En el caso del Barça, el fiscal José Perals tiene en cuenta que depositó a Hacienda 13,5 millones para depurar posibles responsabilidades fiscales y le aplica, al igual que a Bartomeu, una atenuante por reparación del daño, por lo que esta cantidad se restará a las multas y indemnizaciones civiles a las que pueda ser condenado el club.
El escrito explica los distintos contratos que se firmaron para conseguir fichar un año antes a Neymar, algunos de ellos disfrazados con otros conceptos, de manera que la contratación del jugador costó finalmente al club un total de 83,3 millones de euros frente a los 57,1 millones que declaró el Barça en sus cuentas, a lo que se sumaría la cantidad defraudada a Hacienda, 13 millones de euros.
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Según el fiscal, Rosell y Bartomeu acordaron en una reunión celebrada en febrero de 2013 con el entrenador del Barcelona anticipar el fichaje del brasileño a ese mismo año (estaba pactado para un año después por 40 millones de euros), lo que derivó en todos los sobrecostes, que se simularon con diferentes contratos.
Esa decisión, abunda el fiscal, "la tomaron Alexandre Rosell y Josep Maria Bartomeu sin contar con la autorización de la Junta Directiva del club, liderando a partir de ese momento Alexandre Rosell las negociaciones para anticipar la contratación de Neymar".
Adelantar el fichaje iba a suponer un sobrecoste porque había que rescindir el contrato del brasileño con el Santos FC, el Barça tenía que adquirir de ese club los derechos federativos y, además, Rosell ofreció más dinero a Neymar "ante las perspectivas de que el jugador no asumiera el compromiso pactado y se incorporara a otro club de fútbol".
A pesar de ello, ambos "decidieron mantener públicamente" que la adquisición de Neymar le costaría al club los 40 millones pactados en 2011, a los que solo habría que sumar 17,1 millones por la adquisición de los derechos federativos.
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"Para llevar a cabo ese plan y con la intención de ocultar el coste real del jugador", Rosell "ideó fragmentar el pago en diversas partidas, para lo que formalizó una serie de contratos a pactar con el Santos FC y con Neymar, con diversos objetos y denominaciones, y que, sin embargo, tenían una misma causa: el fichaje de Neymar", asegura el fiscal.
Para ello se utilizaron tres empresas propiedad de los padres del jugador y se formalizaron con ellas una serie de contratos fraudulentos, de manera que finalmente el club tuvo que pagar 83,3 millones, un coste que "fue ocultado por el entonces presidente, Alexandre Rosell, al club" y que no figuró en sus cuentas anuales.
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En el escrito, el fiscal también pide que Deloitte identifique a las personas que auditaron las cuentas del club azulgrana de las temporadas 2011-2012 y 2012-2013 para que sean citados como testigos en el juicio.