Un partido cargado de volantes y con pocas ideas fue el que se vio en la noche del sábado en el Atanasio Girardot. En el día del amor y la amistad faltó público en las tribunas, generalmente pintadas de rojo pero esta vez con varios claros, y faltó serenidad para definir.
la primera pregunta que se pasa por la cabeza es por qué Aguilas no jugó frente a Olimpia con la serenidad defensiva que tuvo frente al Medellín: Cabral es mucho más arquero que Piedrahita, la defensa esta vez sí estuvo segura y la presencia ofensiva de Páez complicó a la defensa roja. Si esas armas se hubieses utilizado en Sudamericana tal vez otra sería la historia, pero no se puede llorar sobre la leche derramada.
Lo cierto es que la visita tuvo sus opciones, sacando figura a Silva en un momento crítico del partido, y un DIM con más nómina y trabajo táctico que imaginación e ideas también se estrelló con Cabral para un 0-0 que mantiene a los rojos en los ocho, pero aleja a los dorados, que sólo han podido ganar dos partidos en Liga en todo el semestre.
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