El técnico argentino consiguió el primer título fuera su país y el segundo en Primera División a lo largo de su carrera. El equipo ‘embajador’ obtuvo su estrella 15 superando en una final histórica a Santa Fe.
Miguel Ángel Russo saltó por primera vez a un terreno de juego en 1975. Con 19 años, este mediocampista que arribó lleno de ilusiones a la ciudad de La Plata. Debutó con la camiseta de Estudiantes a 68 kilómetros de distancia de su lugar de nacimiento, Lanús, Argentina.
En el equipo donde la táctica, la superstición y el cuidado por los pequeños detalles primaban, Miguel Ángel Russo jugó 456 partidos distribuidos en 13 años. No se puso otra camiseta diferente a la camiseta con rayas verticales rojas y blancas. Durante toda su carrera como futbolista vistió los mismos colores.
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Un año después de su retiro, con 33 años, volvió al equipo de su ciudad de origen. Russo, tal vez, puso la primera piedra en uno de los proyectos deportivos que hoy en día son ejemplo en Argentina. Lanús, actual subcampeón de América, ascendió a la Primera División con el hoy técnico de Millonarios. No fue fácil, pues volvieron a descender y una vez más, lograron el ascenso para no volver nunca más a la Segunda División.
Ahí comenzó una carrera como entrenador al frente de varios planteles, muchas alegrías y siempre al lado de su amigo y asistente técnico, Hugo Gottardi, aquel ídolo ‘cardenal’ que este domingo dio la vuelta olímpica vestido de azul.
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Russo y Gottardi dejaron huella en Estudiantes, Vélez Sarsfield y Rosario Central, donde lograron títulos en primera y segunda división en su país. Casi fueron los reyes de América con la Universidad de Chile y tuvieron la revancha con Boca Juniors.
Estuvo cerca de llegar a la selección argentina, pero otros colegas le ganaron la pulsada. Así como pudo haber llegado antes a Millonarios, pero los dirigentes azules se la jugaron por otros proyectos.
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Sin embargo, la vida, caprichosa como ella sola, sabía que Millonarios y Russo estaban hechos el uno para el otro. El argentino llegó hace un año de manera inesperada. Su antecesor, Diego Cocca, luego de planificar el semestre dejó tirado al equipo capitalino para volver a Argentina. Así llegó Miguel Ángel, le puso el pecho a algo que no era suyo y con poco logró mucho.
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Este domingo no solo le entregó la estrella 15 a Millonarios. Lo hizo frente a su rival de patio, aquel equipo que vive la mejor época de su historia. Con Russo, el ‘embajador’ fue segundo en la reclasificación, clasificó a la Copa Libertadores y le entregó una alegría a millones de seguidores que vieron en estos últimos cinco años, cómo otros celebraban a costas suyas. Pero gracias a este Argentino de 61 años, este diciembre les tocó a ellos.