El primer tiempo fue de ida y vuelta, ambos equipos dieron todo para convertir goles que los acercaran a la semifinal del fútbol colombiano. Once Caldas entendió que ser vertical y atacar a su rival, era la mejor manera de superar la serie, por supuesto el gol tempranero lo obligo a salir de zona defensiva. Tolima, por su parte, generó buen fútbol atacando por los costados y juntando a Jonathan Estrada, Andrés Ibargüen y Wilmar Barrios.
Desde el minuto tres del compromiso, las formulas tácticas preparadas por los entrenadores se desnaturalizaron, sobre todo las de Javier Torrente. El primer tiro de esquina del local desencadenó una pared entre Estrada y Matheus Uribe, que Jonathan definió rastrero para vulnerar a José Cuadrado y poner a celebrar al estadio Murillo Toro, que volvió a ser escenario de la Liga Águila con una fiesta en las tribunas.
El Once tuvo que reaccionar rápidamente mientras el Tolima intentaba conseguir el gol de la clasificación y lo hizo con ataque, formula que abrió lo espacios en el terreno de juego y puso a vibrar a los espectadores. Pero no sólo fue un juego de muchas llegadas, el sistema le sirvió al visitante para empatar el partido.
Johan Arango, una vez más, demostró sus dotes para cobrar tiros libres. Su disparo se estrelló en el travesaño, Jhon Salazar la recogió para meter un ‘pase de la muerte' que definió Jonathan Lopera. El empate del minuto 41, fue un envión anímico que el Once no pudo capitalizar en un segundo gol y la etapa inicial concluyó 1-1.
El complemento se desarrolló, mayormente, en campo del visitante por la intensidad del Tolima al ataque, el Once se replegó con el resultado a su favor.
Con la gran cantidad de tiempo de posesión del balón de Tolima, el Once atacaba rápidamente al recuperar el esférico aprovechando los espacios, Tolima por el contrario se dedicó a tirar centros.
El tiempo fue transcurriendo con un partido, a diferencia del primer tiempo, pasmado. El Tolima no fue capaz de vulnerar al rival y sus centros que encontraron objetivo, fueron desperdiciados por Marco Pérez y resueltos por el golero Cuadrado.
Hasta que apareció Andrés Ibargüen. Su jugada individual en el minuto 92 empató la serie y puso a delirar a sus seguidores. El milagro del ‘minuto de Dios' se hacía presente con su disparo de media distancia y el semifinalista se definiría en penales.
Sin embargo el Tolima no se conformó, recupero rápidamente la pelota y con aire en la camiseta supo aprovechar los cinco minutos de adición que dio Ulises Arrieta.
Un centro desde el costado resultó en un autogol de Hernán Menosse, quien liquidó a su equipo y clasificó al Deportes Tolima.
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