En su primera rueda de prensa en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí desde que es jugador del Barça, motivo por el cual se congregaron una multitud de medios de comunicación, Messi confió en la continuidad del preparador azulgrana.
"Obviamente el club va a seguir y nosotros también, pero sería muy diferente sin él. Primero sería muy difícil encontrar a otro entrenador que haga lo que consiguió él acá, lo que ganó y, más de lo que ganó, cómo hizo jugar al equipo. Si el Barça juega así desde hace cuatro años es porque él lo hizo así", dijo el argentino.
Por ello, en el vestuario barcelonista están "a la espera de que decida, cuando él crea oportuno, si se quedará o no". "Lo que dijimos, ya muchas veces, es que queremos que siga con nosotros por el bien de todos. De nosotros, del club y de la gente que así lo quiere. Pero él es quien decide y estamos tranquilos", añadió.
Preguntado, en ese sentido, sobre si es más importante Guardiola que Messi en el Barça actual, el delantero argentino lo ha tenido claro: "Guardiola, sin duda. Desde que llegó él cambió todo para nosotros, para el club. Se consiguió todo lo que se consiguió y para mí fue fundamental en todo este proyecto del Barcelona".
Por otro lado, la distancia respecto al Real Madrid en Liga y la polémica sobre las decisiones arbitrales en lo que va de curso también centró la comparecencia de Messi.
"A todos nos gustaría estar más cerca o primeros", admitió. "Está muy complicada la Liga. Son diez puntos, cada vez quedan menos partidos y el Madrid no pierde puntos. Está difícil hoy por hoy, pero se tiene que ganar por si se da la oportunidad".
En todo caso, no atribuyó esa diferencia a las decisiones arbitrales adversas. "Me parece que en los últimos tiempos se le puso las cosas difíciles a los árbitros, porque se habla continuamente de ellos. Para bien o para mal están todo el día en la tele y, si ya es difícil su trabajo, mucho más teniendo toda esa presión que viene de Madrid y Barcelona".
"Hablar mucho de los árbitros perjudicó a los partidos", añadió, defendiendo en asimismo la intachable trayectoria de los azulgranas, ajena a cualquier tipo de favoritismo arbitral.
"Creo que la imagen que dio el Barça durante estos cuatro años habla por sí sola, por el juego que hace y el reconocimiento en todo el mundo. No creo que haya tenido ayuda de nadie y por eso es reconocido como el mejor equipo del mundo y muchos dicen que el mejor de la historia. No hay que dar importancia", matizó.
Un reconocimiento que se hizo extensible a Messi, del que muchos ya califican como el mejor de todos los tiempos. "No juego ni para ser el mejor de la historia, ni el mejor del momento, ni nada de eso. Juego para hacer las cosas bien, para el equipo, sea el Barça o Argentina, para la gente y sobre todo para mí".
Por ello, pese a reconocer la "felicidad y sensación linda" que le produjeron los elogios de muchos futbolistas a su actuación ante el Bayer Leverkusen, donde anotó cinco tantos, el argentino ha recordado que "lo más importante es el grupo, el equipo".
"Después -agregó- si se alcanza el récord goleador, el 'pichichi' o la Bota de Oro, pues está de más para mí. Mis goles son lo de menos".
Aun así, afirmó que le motiva "estar tan cerca del reto de ser mucho más en la historia de un club tan grande como es el Barça", en referencia a superar la cifra los 235 goles de César, máximo goleador de la historia culé, del que solo le separan cinco tantos. "No me pongo fecha para ello".
Por último, y en un acto en el que presentó un proyecto solidario de la Fundación Leo Messi en el humilde barrio del Buen Pastor (Barcelona), así como el videojuego "Fifa Street", al que presta su imagen, Messi reconoció que "es más fácil marcar en el videojuego cinco goles que en un partido. Es muy difícil que se vuelva a repetir".