Emiratos, por su parte, deberá ganar a Irán, que ya no se juega nada, y rezar para que sus dos contrincantes directos firmen tablas el próximo 19 de enero.
El primer partido del día comenzó con un mayor dominio coreano, y un Irán bien colocado pero anclado atrás, sin otra intención que esperar a un rival que tras el empate del primer partido necesitaba arriesgar mucho más.
La primera ocasión clara del choque (minuto 16) se perdió en las botas del delantero del Bochum alemán Jong Tae Se al saque de un libre directo desde 30 metros que despejó con dificultades el guardameta Mahdi Rahmati.
El segundo tiempo comenzó con un panorama similar: las dos defensas muy asentadas e Irán pendiente de algún contraataque que le diera ventaja.
La jugada polémica del partido llegó en el minuto 51 cuando Jong Tae Se cayó en el área al intentar controlar el balón con el pecho entre dos defensores.
Apenas once minutos más tarde, y tras dos inocentes ocasiones de Khalatbari, Irán se encontró con una volea de Ansarifard que pilló a contra pié al guardameta Ri Myong y se alojó en las redes para alegría de su ruidosa hinchada.
Pero Corea del Norte no bajó los brazos y dispuso de otras dos oportunidades de marcar, la última de ellas superado el tiempo reglamentario y en las botas de su capitán, Hong Yong Jo, que con todo a favor envió al larguero un balón suelto dentro del área.
Dos horas más tarde, una presionada Irak consiguió una sufrida victoria sobre Emiratos, escuadra que quizá pecó de cierto conformismo.
Irak retomó minutos después la presión, recuperó el dominio del esférico y trató de poner cerco a la meta contraria, aunque falto de claridad y sobrado de ansiedad.
Agotado el tiempo, con el campeón con un pie casi fuera del campeonato, Ali Rehema peleó un balón en largo, se revolvió en el lateral del área y cruzó un centro que cayó en las botas de Yunes Mahmud.
El hombre del partido bajó el cuero con un control orientado, se escoró en el balcón del área chica, disparó en escorzo y la fortuna por fin le sonrió.
En su intento por despejar la pelota, Walid Abbas metió la puntera y el campeón respiró.