La suspensión de la visita al Maracaná, cuya cancha quedó convertida en un pantanal, fue anunciada este miércoles en un comunicado por el Comité Organizador Local (COL) del Mundial de Brasil 2014, que la atribuyó a "las fuertes lluvias que afectaron a la ciudad de Río de Janeiro en la noche del martes".
"La delegación (de la FIFA y del COL) viaja el jueves a la ciudad de Recife, en donde iniciará su visita a los demás estadios de la Copa de las Confederaciones", agrega la nota.
El Maracaná, que está en reforma para la Copa de las Confederaciones y el Mundial, también sufrió las consecuencias del temporal que paralizó anoche a Río de Janeiro, que dejó cuatro muertos y cuyos efectos aún se sentían hoy con numerosas calles inundadas, barrios sin energía eléctrica, semáforos apagados y basura esparcida por toda la ciudad.
La cancha en la que se disputará la final del Mundial de 2014, hoy usada como base de obras, quedó cubierta por las aguas y convertida en un lodazal.
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Algunas grúas y tractores utilizados en las obras también quedaron bajo el agua.
En la cobertura de lona que los obreros comenzaron a tender el mes pasado se formaron charcos de agua que amenazan con derrumbar la estructura.
En las imágenes transmitidas por las redes de televisión y hechas desde helicópteros es posible ver a numerosos obreros haciendo grandes esfuerzos para retirar el agua retenida en la cobertura.
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Los daños pueden atrasar aún más las obras de remodelación del estadio de Río de Janeiro, "la ciudad que más nos preocupa", según admitió Valcke citado ayer en un comunicado de la entidad.
El dirigente encabeza una misión de la FIFA que esta semana realiza una "visita técnica operacional" a tres de los seis estadios que recibirán entre el 15 y el 30 de junio la Copa de las Confederaciones.
Según las autoridades de Río de Janeiro, la reforma del templo del fútbol brasileño está concluida en un 87 por ciento y la previsión es que el estadio pueda ser entregado en mayo.
"Ningún estadio está en un cien por ciento cuando lo entregan. Son necesarios ajustes. Mayo es demasiado tarde. Eso es perjudicial para Brasil, para la competición y para la FIFA", afirmó Valcke al iniciar el martes su visita a Brasil.
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