Dieciocho días después de desvelar sus intenciones en una convención futbolística celebrada en Manchester, Blatter confirmó oficialmente su decisión. Lo hizo ante el Comité Ejecutivo, donde ya no están algunos de los que fueron sus grandes apoyos, obligados a dejar el cargo por casos de corrupción.
La decisión de Michel Platini, presidente de la UEFA, de no intentar dar el salto a la FIFA por entender que "no es el momento" deja de momento al francés Jerome Champagne como único rival del presidente en los futuros comicios.
De la misma forma que Blatter trabajó junto al brasileño Joao Havelange antes de ocupar el despacho presidencial de la FIFA, Champagne trabajó once años para el órgano rector del fútbol mundial, tres de ellos como secretario general.
Ahora, después de 16 años en la presidencia, Blatter repite candidatura y lo hace después de capear fuertes acusaciones de corrupción dirigidas a la FIFA y sus directivos, especialmente desde la elección de los últimos mundiales.
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Esa concesión marcó el devenir de su último mandato, iniciado meses después aquella votación en 2010 y no ajeno a la polémica, ya que quien pretendió ser su contrincante en las elecciones de 2011, el catarí Mohamed Bin Hammam, acabó inhabilitado por intentar comprar votos a su favor.
Alejado de las acusaciones de corrupción que le lanzó el propio Bin Hammam y de las renuncias forzadas que tuvo que hacer miembros de su Ejecutivo, como el paraguayo Nicolás Leóz o el brasileño Ricardo Teixeira, Blatter vuelve a ofrecerse como la mejor opción.
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Futbolista aficionado, entrenador, atleta y licenciado en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Lausana y con grado de coronel del ejército suizo, "Sepp" Blatter (Visp/Suiza, 1936) llegó a la presidencia el 8 de junio de 1998, como relevo de Havelange después de 23 años. Desde 1999 es miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).
Dominador de 5 idiomas -inglés, francés, español, alemán e italiano- y diplomático de primera, Blatter inició su carrera profesional en la Oficina de Turismo de Valais -su región natal-, y en ella incluye la secretaría general de la Federación Suiza de Hockey Hielo y el ejercicio del periodismo.
Relaciones públicas de Longines y director de Sports Timing (1968-75), puesto por el que participó en la organización de los Juegos de Munich'72 y Montreal'76, mantuvo su primer contacto con la FIFA en 1975 y en poco tiempo se ganó la confianza de Havelange. En 1981 el brasileño le designó secretario general.
Aunque pensaba salir de FIFA junto a Havelange, varias federaciones le animaron a optar a la presidencia contra el sueco Lennart Johansson -entonces presidente de la UEFA-, al que ganó.
El camerunés Issa Hayatou, que todavía forma parte del Comité Ejecutivo, es el único rival que le ha disputado el despacho. Fue en las elecciones de 2002, en las que ganó con una autoridad que le permitió prescindir de su entonces secretario general, Michel Zen-Ruffinen, después declarado persona non grata para la FIFA.
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Para no coincidir con el Mundial de Alemania 2006 retrasó un año las elecciones y en 2007 inició su tercer mandato sin oposición, igual que cuando empezó el cuarto en 2011, en el que se ha empeñado en acabar con cualquier sombra de corrupción y en combatir los amaños, trabajo que confía en poder concluir.