"No venimos a dar espectáculo y conocemos en las condiciones en que podemos jugar", apuntó un malhumorado jugador, que llegó a responder con poco decoro en alguna pregunta que le trasladó la prensa en la previa de la final entre el Barcelona y el Estudiantes.
Verón defendió que los 4.000 hinchas que se han acercado a Abu Dabi para animar al equipo "llegaron con el mismo sueño que nosotros, y eso hace que la fe y la confianza esté depositada en el equipo".
"Creo que es un momento para que la gente disfrute como nosotros", apuntó el capitán de Estudiantes, quien dijo que el partido de este sábado no es más importante que la Libertadores, porque todos los encuentros tienen su relevancia. "Todo se magnifica por el rival y el contexto. Por el rival y por tener a un padre con un pasado en el equipo no va a ser un día más, sino el día".
Dijo Verón que el sentimiento que tiene con Estudiantes es como el del "padre a un hijo", porque dijo que casi siempre "fue mi casa. Es lo que respiramos, tenemos. El lugar en el que se crea una identificación y un sentimiento".
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Cuando se le preguntó cómo lograba manejar la carga simbólica que representa ser hijo de un icono en Estudiantes, apuntó Verón que desde que tiene uso de razón "mi vida siempre ha sido lo mismo. No se maneja, se hereda, se lleva con orgullo. Cada uno a su manera escribe su historia".