"Va a ser un partido emocionante. Será un enfrentamiento entre dos muy buenos equipos que están cerca de clasificarse al Mundial. Será un partido muy difícil", manifestó tras el primer entrenamiento de sus jugadores en San José.
Estados Unidos nunca ha ganado en Costa Rica un partido por eliminatorias mundialistas. La racha comenzó en 1985 con un empate 1-1 y a partir de allí Estados Unidos acumula siete derrotas consecutivas, con seis goles a favor y 17 en contra.
"Eso demuestra lo fuerte que es Costa Rica jugando como local. Los jugadores se esfuerzan al máximo, lo que es impresionante. Nos gustaría ganar aquí tarde o temprano y lo intentaremos el viernes dando todo lo que tenemos", comentó Klinsmann.
Destacó el trabajo del colombiano Jorge Luis Pinto. "Es un gran equipo, con buenos jugadores en lo individual. Es un equipo con mucho talento al que respetamos mucho", dijo Klinsmann.
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En el partido de ida entre ambos países Estados Unidos ganó por 1-0, pese a que la Federación Costarricense de Fútbol apeló ante la FIFA pues se jugó bajo una intensa nevada en Denver, Colorado.
El compromiso en la nieve despertó el enojo de la afición, los jugadores, un sector de la prensa y directivos, lo que ha generado que en Costa Rica ahora se viva un ambiente de revancha.
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"Los aficionados ticos son muy apasionados y siempre apoyan a su equipo. Sabemos que hay gente enojada por el partido en la nieve, pero no fue nuestra culpa, yo no llamé a Dios para que nos enviara nieve y fue difícil para los dos equipos", aseguró Klinsmann.
El entrenador señaló como principales figuras de Costa Rica al delantero Álvaro Saborío, los centrocampistas Celso Borges y Michael Barrantes, así como al lateral izquierdo Bryan Oviedo.
El ganador de este partido en el Estadio Nacional se aislará como líder del hexagonal final de las eliminatorias en la Concacaf.
Estados Unidos lidera con trece puntos tras seis jornadas. Siguen Costa Rica (11), México (8), Honduras (7), Panamá (6) y Jamaica (2).
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Los tres se clasificarán al Mundial de forma directa, mientras el cuarto jugará una repesca con Nueva Zelanda, campeón de Oceanía.