El ciclista, de 37 años, "no cumplió con la obligación de permanecer bajo la observación directa y permanente de la persona responsable del control" el pasado 17 de marzo, cuando se encontraba en Alpes Maritimes, en la Costa Azul francesa, explicó en un comunicado la agencia francesa, que hará este año los controles del Tour de Francia bajo supervisión de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
La AFLD entiende que el ciclista violó el artículo 5.4.1 del Código Mundial Antidopaje y no revela en su comunicado si se encontraron restos de sustancias dopantes.
El informe de la AFLD se ha enviado a la UCI y a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y el presidente de la UCI, Pat McQuaid, informó a la agencia francesa de que el estadounidense podría sufrir un proceso disciplinario.
Los hechos acontecieron el pasado 17 de marzo, cuando un médico solicitó al estadounidense, que niega toda infracción y se dice víctima de una persecución, que facilitara muestras de orina, pelo y sangre, al término de un entrenamiento.
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"No intenté escaparme o retrasar el control ese día", declaró esta misma semana el ciclista del equipo Astana en un comunicado en el que asegura que quiso asegurarse de que el médico era un doctor acreditado por la UCI y no "un francés con una bolsa y un poco de equipación que quería llevarse" su sangre y su orina.
El estadounidense entiende que es un "nuevo ejemplo de la actitud incorrecta del laboratorio francés y de las agencias francesas antidopaje" y reiteró que utiliza sustancias dopantes.
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Según el ciclista, el que supone el vigésimo cuarto control que se le practica esta temporada también resultó negativo.