Enorme, maravillosa, superlativa, histórica, insuperable, indescriptible, memorable. Los adjetivos se quedan cortos para describir la exhibición que Leo Messi dio en un Camp Nou abarrotado que se frotaba los ojos como si no se creyera lo que estaba viendo.
Un recital de fútbol un 'póquer' de goles de la 'Pulga', el 'crack' con mayúsculas, el mejor jugador del planeta, el que probablemente se convierta, sino lo es ya, en el mejor futbolista de la historia, colocó al Barcelona por tercera vez consecutiva -cuarta en cinco años- en la semifinales de la Liga de Campeones.
Los que estuvieron en el estadio, los que lo vieron por televisión recordarán el 4-1 del Barcelona al Arsenal por todo lo que hizo Messi.
Los 'gunners', agazapados atrás, esperaron su momento en busca de un gol de estrategia, de una contra milagrosa que sembrara la incertidumbre y pusiera patas arriba el 2-2 de la ida.
Y esa contra llegó pasado el cuarto de hora. Un contragolpe que estuvo precedido de una clarísima falta de Diaby a Milito que el colegiado alemán Stark no pitó, permitiendo la internada de Walcott y el doble remate del gigantón Bendtner -el primero contra Valdés y el segundo a gol- que volteaba la eliminatoria.
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Pero no hay planteamiento táctico ni gol, por injusto e inesperado que sea, que pueda neutralizar un jugador como Messi. El argentino, que ya había puesto en aprietos a Almunia un par de veces al inicio del partido, tardó tres minutos en neutralizar el tanto del conjunto británico y darle la vuelta al partido.
Primero fue un obús desde la frontal, poco después una precisa definición dentro del área. Antes del descanso, la culminación de una contra con una vaselina antológica. Entre gol y gol, una repertorio inagotable de quiebros, regates, cambios de ritmo y remates que no entraron por poco.
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Él solito descompuso a un Arsenal que empezó muy serio y ordenado atrás y que acabó la primera mitad descentrado, nervioso y abusando del juego tosco. Él solito decidió que el partido se acababa en el minuto 37, cuando ya había hecho tres y los 'gunners' deambulaban, como alma en pena, por el campo.
La segunda parte no tuvo historia. Guardiola quitó a Bojan para reforzar el centro del campo con el hercúleo Touré Yaya, el Barça quitó el pie del acelerador y cedió algunos metros al Arsenal que, con poco fondo de armario para cambiar el signo del choque, lo intentó con poca fe y menos acierto.
... Hasta que volvió aparecer Messi para poner el epílogo y cerrar la cuenta con un gol de garra, de hambre, de pillo, de esos que marca el argentino cuando parece que está jugando en el patio del colegio. "Messi es un jugador de PlayStation", atinó a decir el técnico Arsene Wenger.
Messi, el hombre récord
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Messi se convirtió en el máximo goleador del Barcelona en la Liga de Campeones, al haber marcado 25 dianas, dos más que el brasileño Rivaldo, hasta ahora el barcelonista más acertado en la Champions.
Además, el joven 'crack' argentino con sus cuatro tantos, tres de ellos en el primer tiempo, suma ya 39 goles en la temporada, con lo que también avanza en la clasificación de máximos goleadores en Europa al inglés Wayne Rooney, del Manchester United.
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Con la actuación goleadora de Messi esta noche en el Camp Nou, Messi también se pone al frente de la clasificación de máximos goleador de la presente edición de la Liga de Campeones, uno más que quien comandaba la tabla, Cristiano Ronaldo con 7 goles.
Ficha técnica:
Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Milito, Abidal (Maxwell, min.53), Sergio Busquets, Xavi, Keita, Pedro (Iniesta, min.86), Bojan (Touré, min.56) y Messi.
Arsenal: Almunia; Sagna, Vermaelen, Silvestre (Eboué, min.63), Clichy, Denilson, Diaby, Walcott, Nasri, Rosicky (Eduardo, min.73) y Bendtner.
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Goles: 0-1: m.18: Bendtner, 1-1: m.21: Messi, 2-1: m.37: Messi, 3-1: m.42: Messi, 4-1: m.88: Messi.
Árbitro: Wolfgang Stark (GER). Mostró tarjeta amarilla a Denilson (min.31), Rosicky (min.45) y Eboué (min.67).
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Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 93.330 espectadores, unos 5.000 de ellos seguidores del Arsenal.