Después de tres partidos tristes que hicieron pensar a muchos que el problema del Medellín no iba a tener solución, Hernán Darío Gómez celebró su primera victoria al frente del Poderoso que fue, además, el primer triunforojo en esta temporada de la Liga Postobón y que llegó, para rematar la alegría, frente al rival de patio, el reforzado y reluciente Atlético Nacional.
Lo cierto es que fue un triunfo con sabor a miel, pues el DIM mostró que con orden táctico, voluntad y nunca creyéndose menos que el amenazante equipo verde (algo que ya habían hecho equipos como Itagüí y Tolima o, a nivel continental, Godoy Cruz), se puede parar a la tan celebrada ofensiva que comanda Dorlan Pabón.
Esta vez, como frente a Itagüí y Tolima, se mostró que si se impide que la máquina verde opere arriba, atrás tiene serios problemas. El propio Santiago Escobar lo había admitido después del 4-4 del jueves en Argentina con Godoy Cruz , pero evidentemente no tuvo tiempo para mayor corrección. Sólo hay que ver los goles del rojo:
0-1: un tiro libre cobrado al mejor estilo de 'buscapiés' (aunque esta vez parecía 'buscapechos') de William Arboleda. La defensa de Nacional no ataca el balón, Gastón Pezzuti se queda quieto viendo cómo Leyton Jiménez y Davi Rancan se lanzan a cabecear la pelota, y el esférico entra para un golpe en el último minuto del primer tiempo.
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0-2: al minuto 50 Johnatán Estrada cobra un tiro de esquina y la defensa verdolaga se queda haciendo zona, no referencia a Jiménez, y el jugador del Poderoso solo, solísimo, castiga con un tremendo cabezazo a Pezzuti y desata la fiesta en el equipo que ofició como visitante.
Dos errores increíbles (casi tan increíbles como los del 4-4 en Mendoza) y Nacional perdía 0-2. Eso sí, esos errores no pueden demeritar el trabajo táctico del DIM. Porque el título de esta crónica no es gratis: 'Bolillo' planteó un gran partido en el que anuló la ofensiva verde, hizo absolutamente inoperante la presencia de Juan Quintero, cerró las bandas y evitó diagonales.
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Para aplaudir lo de Miguel Julio, 'Choronta' Restrepo y William Arboleda en cuanto a despliegue, la salida y marca de Luis Tipton y el manejo de tiempos de Estrada. Cuando Nacional atacó siempre se encontró con al menos seis hombres al frente, y eso le complicó demasiado la vida a un equipo que necesita espacios y que sufrió de más con los rápidos contragolpes del rojo.
Un gol de Pabón al minuto 59, aprovechando un gran centro de Alejandro Bernal y un error en marca de Rancan, calentó las cosas y el 2-2 perfectamente pudo llegar en los últimos minutos de no ser por Breiner Castillo, pero el 1-2 fue definitivo y contundente: el rojo de la montaña tiene aire, tiene vida, y el verde, si bien sigue siendo el gran candidato a estar peleando el título a mitad de año, tiene muchísimas cosas que coregir en defensa y tiene que empezar a tomarse más en serio la Liga Postobón, en donde lleva tres derrotas consecutivas.