Cuatro días después de renunciar al Cúcuta Deportivo y ser acusado de haber agredido al presidente del equipo, Óscar Héctor Quintabani le contó al Golcaracol.com su versión de los hechos.
"Veníamos de una semana delicada porque estábamos planeando el partido contra Quindío, en el que teníamos que ganar para evitar el descenso y tratar de salvar la promoción. Yo estaba de acuerdo con la vuelta a Cúcuta, me parecía una medida adecuada y me parecía bien casi todo lo que planteaban los directivos. El único inconveniente era que no podíamos trasladar de una vez todo lo que teníamos en Yopal: familia, enseres, todos los materiales del equipo... Trastear todo nos iba a quitar tiempo para la concentración, para el descanso y nos iba a distraer para alcanzar el objetivo", empezó su relato el entrenador.
"Ante esas dificultades yo propuse que viajáramos a Cúcuta solo las personas necesarias para después volver a Yopal. La idea fue viajar el cuerpo técnico y 16 jugadores que iban a ser tenidos en cuenta para el compromiso. Después vino la incertidumbre en cuanto a horario de viaje, hoteles, etc. Finalmente viajamos el viernes, lo que me pareció bien; nos recibió la gente muy bien, llegamos al hotel y ahí tuvimos muchos problemas, muchos inconvenientes, incomodidad. Ya eran más de las 2 de la mañana por lo que les pedí a los jugadores que trataran de descansar mientras nosotros resolvíamos los problemas. Yo esa noche no pude dormir", agregó Quintabani.
"A la media mañana del sábado hablé con el presidente Mora, quedamos de dejar a un lado los interlocutores porque estos hacen mucho daño. Él me dijo que estuviera tranquilo, que él se iba a poner a la cabeza de todo. La sorpresa fue cuando 10 minutos después me volvió a llamar en términos desobligantes; me sentí muy ofendido y le dije que no seguía en el equipo. Como no había pasajes para volver a Yopal tomé un avión para Medellín en donde está mi familia y me fui", adujo.
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Preguntado sobre las acusaciones de Mora acerca de una supuesta agresión física por parte del entrenador, Quintabani manifestó que "nunca le pegué. Hay cosa de hombres y eso se queda ahí. Él llegó al aeropuerto, estaba también Jaime Perozo, compañero del cuerpo técnico (sicólogo del Cúcuta), que pudo intervenir".
Quintabani aseguró que no quiso hablar con la prensa en caliente sobre los acontecimientos y por eso tomó un poco de distancia. El entrenador manifestó también que "en los últimos días he estado en contacto un par de veces con el vicepresidente Manrique (José Antonio) y con varios de los jugadores, que me llaman a ver cómo estoy". Eso sí, Quintabani dejó claro que no retornará al equipo y que "por ética que toca tener como profesional no voy a entablar diálogo con ningún otro equipo" hasta que no se resuelva su situación.
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Finalmente, Quintabani manifestó haberse reunido el martes pasado, en Bogotá, con el presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Ramón Jesurún, para entregarle su versión de los hechos.
Sin Quintabani y con Einar Angulo como técnico interino, Cúcuta venció el pasado domingo 1-0 al Quindío en la fecha 17 de la Liga Postobón y, ante la derrota del Real Cartagena 0-2 frente a la Equidad, se salvó del descenso directo. Sin embargo, los ‘motilones' quedaron sentenciados a jugar la promoción a fin de año ante el subcampeón de la Primera B.
Actualmente Cúcuta, séptimo en la Liga Postobón II con 24 puntos, prepara el partido del próximo domingo en calidad de visitante ante Pasto, correspondiente a la última jornada de la fase ‘todos contra todos'. Los ‘motilones' están obligados a ganar para asegurarse en los cuadrangulares semifinales sin depender de resultados de terceros.