Tabárez dijo en el juzgado que tal relación no existía, pero luego se comprobó lo contrario.
El fallo del juez Homero da Costa corresponde a un caso que se inició a fines de 2010, cuando Tabárez denunció que su mucama le había robado 500.000 dólares de una cuenta bancaria mediante el uso de varias tarjetas de débito de su familia.
Ante el juez, la empleada del entrenador sostuvo que las tarjetas no las había robado sino que se las había dado el propio Tabárez en virtud de una relación afectiva que los unía. Tabárez negó ante el juez que tal relación existiera.
El juez Da Costa, en un fallo que recibió el viernes The Associated Press, confirma que el robo existió, pero criticó a Tabárez por haber ocultado su relación con la mucama, demostrada en la sede judicial cuando la defensa de la mujer exhibió "innúmeros mensajes de tono íntimo" que le había enviado el entrenador a través del teléfono. El diario El País fue el primero que reportó sobre la opinión del juez.
"Visto en perspectiva, no se esperaba del señor Tabárez, poseedor de una amplia cultura general por su calidad de educador, una actitud como la que adoptó", señal el juez.
El fallo agrega que la actitud del director técnico "no fue la correcta" porque "en lugar de decir la verdad optó por faltar a ella", lo que terminó por retrasar y dificultar la investigación.
"Se habría ahorrado en tiempo y en esfuerzos si el denunciante hubiese confiado en que quienes dirigían la investigación son magistrados que -buenos o malos en su función- interrogan no por mera curiosidad enfermiza, sino porque es su deber la indagación material de los hechos que se denuncian como delitos", escribió el magistrado en su sentencia.
De todos modos, el juez señal que la actitud de Tabárez no configura un delito, ya que la denuncia del robo era verdadera y no simulada. Tampoco incurrió el delito de falso testimonio, explica la sentencia, ya que "compareció como denunciante y no como testigo".
"Desde el punto de vista legal la conducta del denunciante se encuentra libre de todo reproche", agregó.
Por el robo al entrenador, Da Costa condenó a la mucama a dos años de reclusión, pero no deberá volver a la cárcel debido al tiempo en que permaneció en prisión preventiva entre 2010 y 2011. Una pareja de la mucama al momento del robo, además de su hermana, también fueron condenados a penas menores, por su complicidad en la maniobra.
Tabárez dijo a AP que no haría ningún comentario sobre el caso.