Panamá, que junto a Estados Unidos, es la única selección que superó la fase de grupos invicta, fue primera en el A, por delante de México, que espera mantener su buen momento y conseguir por segunda vez consecutiva el pase a las semifinales.
El equipo ‘canalero', que dirige Julio César Dely Valdés, mostró un gran fútbol desde la jornada inaugural del torneo cuando se enfrentó con México, en el Rose Bowl, de Pasadena (California), y venció por 2-1 al ‘Tri'.
Pero Dely Valdés ahora sólo piensa en Cuba, el último en lograr el pase a cuartos de final tras golear 4-0 a Belice en el grupo A.
"No es ninguna sorpresa la goleada de Cuba porque tienen un equipo muy disciplinado, que lucha todo el tiempo que están en el campo y te complican las cosas", comentó Dely Valdés. "Además Ariel Martínez, su goleador, es un peligro que tendremos que controlar".
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Pese al respeto que Panamá muestra ante Cuba, creen que están listos para llegar a semifinales y viajar la próxima semana a tierras tejanas para disputar en el Cowboys Stadium, de Arlington, el cupo a la final.
"Debemos ir paso a paso, ahora el objetivo es hacer aún mejor las cosas ante Cuba y conseguir la victoria. Que estemos satisfechos de como trabajamos en la fase de grupos es la mejor motivación para seguir por el mismo camino", afirmó Dely Valdés.
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Si el objetivo de Panamá es llegar invicto a las semifinales, México también quiere demostrar que es el actual campeón, que tiene seis títulos de once disputados, y busca revalidarlo por tercera vez seguida.
Para ello no sólo deberá superar a Trinidad y Tobago, que al igual que Cuba logró su pase a los cuartos en la última jornada del grupo B al vencer por 2-0 a Honduras, sino que además tendrá que confirmar que la recuperación en su juego en los dos últimos partidos es verdadera.
Tanto el seleccionador de México, José Manuel 'Chepo' de la Torre, como los jugadores son conscientes que ahora el gran peligro es la selección caribeña que llega a unos cuartos de final de la Copa Oro por segunda vez en su historia después de hacerlo en el 2000 cuando también pasó a las semifinales.
El seleccionado de Trinidad y Tobago ha mejorado mucho en su fútbol, tiene peligro, velocidad, fuerza y buen manejo del balón.
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La realidad para México, al margen del rival, es que llegó como gran favorito al torneo, lo mismo que Estados Unidos, y mientras el equipo de las barras y las estrellas ha confirmado que está en un gran momento, el Tri sigue sin despejar muchas dudas que ha generado su rendimiento en el campo.
De ahí, la gran importancia para México de conseguir no sólo la victoria frente a Trinidad y Tobago, también quiere mostrar que ha superado su crisis de juego, aunque siga rechazando el principio de que está "obligado" a ganar siempre y prefiere la palabra "compromiso".
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