"El
reto es aquel de mantener la autenticidad del deporte, de protegerlo de
manipulaciones y de la explotación comercial", aseveró el papa ante
importantes representantes del mundo del deporte y de todas las religiones del
mundo, entre ellos el presidente del Comité Olímpico Internacional y el
secretario general de la ONU.
"Sería
triste para el deporte y la humanidad que la gente no confíe en la veracidad de
los resultados deportivos", advirtió el papa argentino, quien desde niño
es un aficionado al fútbol e hincha de San Lorenzo.
"En
el deporte, como en la vida, son importantes los resultados, pero es más
importante el mero hecho de jugar", sostiene el pontífice.
Francisco
instó a los dirigentes y deportistas presentes a trabajar para "que el
deporte sea cada vez más inclusivo", porque además "enseña a saber
ganar y a saber perder", recalcó.
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"Pienso
también en tantos niños que viven en los márgenes de la sociedad y que juegan
con un balón de ocasión", expresó.
"Los
animo a todos a trabajar juntos para que estos niños puedan acceder al deporte
en condiciones dignas, especialmente los que son excluidos a causa de la
pobreza", instó.
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La I
Conferencia Mundial sobre Fe y Deporte, que dura dos días, ha sido organizada
por el Pontificio Consejo para la Cultura, Naciones Unidas y el Comité Olímpico
Internacional (COI).
A la
ceremonia, realizada en la sala Pablo VI, con actuaciones y testimonios de
algunos artistas discapacitados, asistieron entre otros el futbolista italiano
Alessandro del Piero y el corredor sudanés Paul Lokoro, quien formó parte de la
nacional de refugiados en los recientes Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.