Pelé, de 74 años, saludó y sonrió a los periodistas desde un automóvil a su salida del Hospital Israelita Albert Einstein, donde fue internado la noche del miércoles con dolores.
El exdelantero, considerado como el mejor jugador brasileño de todos los tiempos, tenía previsto participar el miércoles en Santos en el lanzamiento de un libro sobre el Museo Pelé, pero debió de ser hospitalizado al sentirse indispuesto.