Roces, entradas violentas y una devolución al arquero fueron algunas de las polémicas que se presentaron este miércoles, en el estadio Metropolitano de Barranquilla.
Alexis Herrera, árbitro venezolano que impartió justicia este miércoles en el partido que Junior perdió 1-2 con Flamengo, en Copa Libertadores, estuvo en el centro de las polémica por cuenta de sus decisiones.
Herrera no estuvo acertado en un partido en el que prevaleció el roce, el exceso de fuerza y la pierna fuerte durante los 90 minutos.
En el minuto 13, el brasileño Joao Lucas no tuvo intención de jugar el balón y golpeó a Gabriel Fuentes, quien quedó tendido y debió recibir atención médica. Para el juez solo fue amarilla.
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Tres minutos más tarde, Filipe Luis le entregó el balón al arquero Diego Alves en medio de un ataque del Junior, pero el venezolano no entendió la acción como una devolución.
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La decisión sacó de casillas a Julio Comesaña, técnico de los ‘tiburones’, quien le reclamó al central y este solo lo tranquilizó y le pidió que regresara a su lugar en el banquillo.
Finalizando el primer tiempo, Teófilo Gutiérrez le dio un codazo a Luis que debió ser roja directa, pero el juez no le mostró ni siquiera la tarjeta amarilla y el juego continuó.
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En la segunda mitad, las cosas no cambiaron, pero fueron menos las acciones con las que Alexis Herrera tuvo que lidiar.
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Al final del compromiso, uno de los que se quejó de su actuación fue el delantero del Junior, Miguel Ángel Borja, quien dijo que “fue mano clara. Si es mano, vamos a pitarla. Se ayuda con la mano y ahí viene el primer gol, vamos a estar atentos, porque nos perjudican”.
Junior de Barranquilla jugará en la segunda jornada frente a Independiente del Valle, en Ecuador.
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