"Todos queríamos que vuelva Riquelme y volvió, todos queríamos que vuelva Bianchi y lo hizo, es decir, todos queríamos un Boca arrasador y terminamos como River con Diego Simeone", sentenció irónicamente Maradona, haciendo alusión al penúltimo puesto del conjunto xeneize en el torneo local.
"Ojalá que Bianchi le haya tomado la mano al equipo, al entrenamiento y al dibujo táctico, porque estar ocho años sin dirigir es mucho tiempo", sostuvo en diálogo con la radio argentina FM Delta.
Maradona volvió a remarcar que no se lleva bien ni con Carlos Bianchi ni con algunos de los jugadores: "Yo no me lo fumo (no lo aguanto) ni a Bianchi ni a varios de los que están, igualmente, Boca es más grande que todos los que pueden estar dentro del club".
En tanto, volvió a apuntar contra otros dos viejos enemigos, el manager del seleccionado nacional (coordinador de selecciones), Carlos Bilardo, y el entrenador de los juveniles, Humberto Grondona.
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"Si Bilardo está en la selección, junto al hijo de Grondona, que en su puta vida pateó tres veces al arco, significa que estamos en el horno", argumentó Maradona, quien cuando dejó de ser el seleccionador tras el Mundial de Sudáfrica 2010 trató a Bilardo de "traidor" por haber permanecido en el cargo.
Sin embargo, no fue todo críticas y se tomó un tiempo para destacar la actuación de Newell's Old Boys de Rosario en la Copa Libertadores y el campeonato local: "Desde Dubai veo todos los partidos y me encanta el equipo de Gerardo Martino".
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En otro fragmento de la entrevista habló de los pedidos de cuota alimentaria de su expareja Verónica Ojeda y aseguró: "Quiero dejar bien parada a Verónica con el nene, me interesa mucho Dieguito Fernando, pero yo no soy Bill Gates".