La directiva de San Lorenzo le exigió a su entrenador que pidiera disculpas a los medios de comunicación por sus declaraciones, pero Caruso se negó al argumentar que no había precisado la identidad del periodista, aunque que la cadena FOX Sports afirmó que el periodista en cuestión sería parte de su equipo.
Los directivos determinaron entonces que no puede hacer declaraciones a la prensa sin estar autorizado, imposición que, en el entorno del fútbol, se asegura que será violada en cualquier momento al considerarse que es casi imposible mantener callado al polémico entrenador.
La personalidad de Caruso le ha llevado a protagonizar varios choques dialécticos y físicos con otras personalidades del fútbol, incidentes que han ocupado importantes espacios de numerosos programas deportivos.
Caruso se desvinculó este año de Quilmes y pasó a dirigir a San Lorenzo, que contrató sus servicios para intentar que el equipo evitara el descenso de categoría. Y lo logró, por lo cual su relación y los dirigentes con la afición es muy cordial.
Pero los esquemas tácticos conservadores empleados por el técnico en la actual Liga y varios resultados negativos le han puesto en el ojo de la tormenta y, desde varios sectores del club, se pide su destitución.
Insistentes versiones surgidas en el seno de la entidad indican que la nueva directiva, que asumió el mes pasado, no destituye a Caruso debido a que para ello debería desembolsar alrededor de un millón de dólares para indemnizarle.
La prensa deportiva, por su parte, coincide en que Caruso Lombardi no tiene futuro en San Lorenzo, equipo que tras la octava jornada del Torneo Inicial ocupa el decimoquinto puesto en la clasificación, nueve puntos debajo del liderato.