Asimismo, el centrocampista Marco Höger ha sido suspendido de los entrenamientos y del partido del próximo sábado, precisa el Schalke en un comunicado en su página oficial.
El director deportivo del club, Horst Heldt, ya había avanzado que la derrota del Schalke tendría consecuencias, agrega el texto en referencia a sus palabras tras el encuentro, cuando señaló que quien no estuviera preparado para arrimar el hombro no sobreviviría al siguiente entrenamiento.
Boateng llegó al equipo en 2013 procedente del Milan a cambio de diez millones de euros, según diversas informaciones, y su contrato no concluía hasta el 20 de junio de 2016.
Por su parte, Sidney Sam, cinco veces internacional con la camiseta de Alemania, aterrizó esta misma temporada en el Schalke desde el Leverkusen por 2,5 millones y tenía contrato hasta el 30 de junio de 2018.
Según explicó el director deportivo del club después de hacerse público el comunicado, tras largas discusiones anoche y esta mañana se acordó el despido de los dos jugadores al considerar que ya no hay una "relación de confianza".
Sobre el despido de Sidney Sam, que se ha enfrentado esta temporada a diversas lesiones, Heltd argumentó que "sólo se preocupa de sí mismo", que su "lenguaje corporal" no indica que ayude al club y que le falta la "energía positiva" que necesita el Schalke en el último tramo de la temporada.
A Höger se le ha dado la oportunidad de reflexionar, aunque Heldt dudó de su capacidad de mostrar "lealtad" al club.
El director deportivo no descartó la adopción de nuevas medidas y advirtió de que le puede tocar a cualquiera, aunque descartó que se planteen sustituir al entrenador, Roberto di Mateo, que llegó al Schalke el pasado mes de octubre.
El objetivo del equipo, en el sexto puesto de la tabla de la Bundesliga, es luchar hasta el último partido para entrar en la Liga de Campeones