El uso de "pacientes falsos" está suscitando críticas en Europa y Estados Unidos, donde se ha convertido en un método habitual para evaluar los servicios médicos.
La práctica consiste en utilizar a actores que se hacen pasar por enfermos con problemas psiquiátricos, sus cuidadores o sus familiares, para someter a prueba la calidad del servicio médico.
La idea fue importada del sector de servicios, donde "clientes falsos" son usados para examinar el rendimiento de hoteles, comercios y restaurantes.
Sin embargo, varios profesionales médicos reclamaron que cese esta práctica en un servicio esencial como el sanitario.
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El director del Centro para la Ética Profesional en la Universidad de Keele, Tom Walker, expresó su preocupación en la revista The Psychiatrist, en donde alega que esas investigaciones ponen al personal médico en una situación muy violenta.
"Dada la confianza depositada en los psiquiatras y la cantidad de tiempo que se requiere para tratar con un paciente, preocupa que se pierda tanto tiempo y tanto esfuerzo con alguien que no es en realidad un paciente. Hay una gran cantidad de gente con problemas reales que necesitan usar ese servicio y de esta forma se están malgastando los recursos".
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Satisfacción en Holanda
Sin embargo, los autores de un estudio en Holanda en el que varios enfermeros se hicieron pasar por pacientes defendieron que éste tuvo éxito. La consultora Menko Suitors contribuyó a diseñar una elaborada evaluación de los servicios en uno de los más importantes hospitales psiquiátricos de Holanda.
El experimento se llevó a cabo durante seis meses y a cada "falso paciente" se le otorgó un papel que fuera creíble.
"Los enfermeros que usamos en este proyecto venían de otra región de Holanda. Les hicimos fotos en colegios, supermercados y en la calle, para dar a nuestros falsos pacientes una biografía detallada que se tenían que aprender de memoria".
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En este caso, la investigación con "falsos pacientes" fue considerada un éxito, el personal del hospital había aceptado con anterioridad a que se llevara a cabo el experimento.
Las observaciones de los "falsos pacientes" sorprendieron a los investigadores: entre los problemas que detectaron se encontraban la falta de información que tenían los pacientes del hospital respecto a qué tratamiento se les aplicaba y la confusión que se generaba en el centro entre pacientes y personal médico, ya que estos últimos no vestían uniforme.
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