De hecho, el entrenador de los lisboetas, Jorge Jesús, usó a doce extranjeros entre los catorce futbolistas que lograron el pase a esta final frente a la Juventus, rival precisamente al que privó de jugar este partido en su estadio, el designado por la UEFA para el último partido de la presente edición de la Liga Europa.
Los sevillistas, por su parte, cuentan con tres portugueses en su plantel, dos de los cuales tienen asegurada su presencia en el once titular salvo contratiempo de última hora: el portero Antonio Alberto Bastos 'Beto' y el mediocentro defensivo Daniel Carriço, quienes se formaron en la cantera del Sporting Clube de Lisboa, máximo rival del Benfica.
Además, el otro portugués, el lateral diestro Diogo Figueiras competirá con Jorge Andújar 'Coke' por la plaza de lateral derecho sevillista.
Otro jugador de la plantilla que dirige Unai Emery, el delantero francés Kevin Gameiro, es un futbolista de origen portugués que recibió una oferta para integrar la selección lusa antes de decantarse por el equipo nacional galos.
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Estos cuatro jugadores llegaron a coincidir sobre el campo en la eliminatoria de cuartos de final que el Sevilla jugó ante el Oporto, mientras que hubo un momento en el partido de vuelta en el que su adversario luso sólo tenía en el césped a dos portugueses.
La polémica la hizo saltar la pasada semana el futbolista portugués del Sassuolo italiano Pedro Mendes, un defensa que tuvo un fugaz paso por el Real Madrid de la mano de su compatriota José Mourinho, quien publicó en su cuenta de twitter que era partidario del Sevilla en la final de la Liga Europa al considerar que era "el único equipo con portugueses".
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Días después, Mendes hubo de matizar sus palabras al declarar que lo que "pretendía era manifestar" su "tristeza por el reducido número de portugueses que estaban en el campo", sin "intención de ofender ni al Benfica ni a sus profesionales".