Acosta, que estaba sin club desde junio de 2012, cuando fue despedido por el Deportivo Quito ecuatoriano, ya dirigió al Everton entre 2007 y 2010, período en que ganó el torneo chileno de Apertura 2008, aunque cuando se alejó el equipo iba en picada y de hecho bajó a segunda división tras su partida.
Labruna, que en Chile dirigió anteriormente al Audax Italiano con relativo éxito y al Colo Colo envuelto en el fracaso, alcanzó a estar cien días al frente del Everton.
En el actual torneo de Clausura, el equipo de Viña del Mar ha perdido los tres partidos que ha disputado, le han encajado nueve goles y no ha convertido ninguno, lo que le sitúa en el liderato de los candidatos al descenso.
Acosta negó haber comenzado a negociar su llegada al Everton cuando Labruna aún estaba en el banco: "Nada que ver, me llamaron cuando ya habían finiquitado a Labruna", aseguró el técnico de origen uruguayo, que llevó a Chile al Mundial de Francia'98.
Aseguró que el Everton es uno de los dos clubes chilenos al que se siente unido -el otro es el Fernández Vial-, porque fue el que lo trajo a Chile en 1977, como jugador.
"Por eso, cuando tienen un problema nunca digo que no", subrayó el entrenador, nacido, al igual que el escritor Mario Benedetti, en la localidad uruguaya de Paso de los Toros.
"Es un desafío fuerte y medio complicado, pero uno no se puede negar al club que me trajo a Chile", subrayó Acosta en declaraciones a la radio Agricultura.
"Confío en mejorar al equipo y en levantarlo. Hay muchos jugadores que ya conozco y a otros no, pero desde hoy comenzamos a trabajar", añadió y adelantó sus planes tácticos: "Hay que pensar de atrás para adelante, porque si te hacen nueve goles y nos haces ninguno, está claro que hay que mejorar primero la defensa", dijo.