El Comité de Control y Disciplina de la UEFA tomó esta determinación después de que ambos colegiados, que arbitraron un partido de la Liga Europa el pasado 11 de julio entre el Inter Turku y el Víkingur, se vieran implicados en una acusación de amaño de dicho encuentro.
Esta decisión se vio fundamentada tras la audiencia que celebró el Comité Ejecutivo de la Federación de Fútbol de Armenia (FFA) junto con los dos colegiados, en la que admitieron haber intentado manipular el resultado del partido de vuelta de la eliminatoria, el cual terminó 1-0 a favor del Víkingur.
La FFA decidió contribuir en una investigación iniciada por la UEFA a través de su sistema de detección de fraude de apuestas, el cual detectó patrones de apuestas sospechosos alrededor de este encuentro.