El Barça se gustó en una de las mejores actuaciones del curso, especialmente en el primer tiempo, en el que dominó todas las facetas del juego y sometió a un rival que nunca tuvo recursos para sobreponerse.
Tras el 2-0, conseguido en el primer tiempo, los azulgranas empezaron a pensar en la Liga y en el trascendente partido del próximo sábado ante el Espanyol, en el derbi ciudadano.
Si a la elegancia natural del Barça, los azulgranas le suman intensidad, el equipo de Luis Enrique es temible y así lo demostró hoy desde el primer minuto.
Con una presión muy adelantada, advirtió a los parisinos de que no iba a tener las dudas mostradas el pasado sábado ante el Valencia. Jugó a resolver pronto y decidió el partido -la eliminatoria estaba muy encarrilada desde la ida- por la vía rápida.
Funcionaron los azulgrana como un reloj ante un París Saint Germain que contó con Verratti e Ibrahimovic con respecto a la ida, pero que tuvo que claudicar pronto, seguramente en cuanto se dio cuenta de que hoy Andrés Iniesta estaba dispuesto a ofrecer una clase magistral, una de las pocas que regala últimamente.
La sincronización de las líneas barcelonistas fue perfecta. La defensa achicó espacios, la media creó y la delantera remató. Todo empezó con una acción de videojuego de Iniesta, el manchego superó en un eslalon primoroso primero a Cavani, después a Cabaye y posteriormente a Verratti.
No acabó aquí su lección de fútbol, porque aún tuvo tiempo de filtrar un pase al pie y en carrera a Neymar. El brasileño superó a Sirigu con la misma sutileza que antes Iniesta había utilizado y marcó el 1-0 (min.14).
Todo eran buenas noticias para los de Luis Enrique. Busquets estaba atento en la anticipación y en cuanto se producía una recuperación, los delanteros eran estiletes que herían una y otra vez a la frágil defensa parisina, donde van der Wiel y David Luiz, que ya fue amonestado en el minuto 3, sufrían en cada acción.
Messi, incrustado en la medular, no precisaba forzar en cada acción. El Barça no necesitó la mejor versión de Leo para ser temible. Si en París, destacó Luis Suárez, este martes el mejor fue Neymar Jr.
Al brasileño se le da muy bien el Paris Saint Germain. Ha marcado en los cuatro partidos jugados esta temporada ante los parisinos, esta noche en dos ocasiones, el segundo en el minuto 34, cuando aprovechó un gran centro de Dani Alves para cerrar el partido a pesar de lo mucho que quedaba.
Salió el PSG levantando la bandera blanca en el segundo tiempo. Sin nada de fe, los parisinos intentaron no salir más damnificados del Camp Nou. Se ordenó más el equipo de Laurent Blanc, pero con pocas pretensiones ni para descontar.
Luis Enrique con el 2-0 lo tuvo claro y empezó a pensar en la Liga. Sustituyó en el descanso a Iniesta y puso en juego a Xavi Hernández, en los primeros minutos del segundo tiempo reservó a Sergio Busquets y le dio minutos a Sergi Roberto y a un cuarto de hora para el final, Pedro entró por Luis Suárez.
Con todo decidido, el Barça no aceleró sus acciones y el PSG buscó el gol en alguna jugada individual de Ibrahimovic, que jugó muy desasistido delante y se desesperó ante la inacción de su equipo.
La victoria sitúa al Barça en las semifinales de la Champions por octava vez en las últimas diez temporadas y regresa a la penúltima ronda después de que el año pasado fuera eliminado en cuartos por el Atlético de Madrid.
A finales de abril, los azulgranas están en la final de la Copa, líder en la Liga y en semifinales de la Champions. En algunos pasajes del partido, el nombre de Luis Enrique fue coreado por los aficionados del gol sur, no en vano, se ha convertido en números en el mejor entrenador de la historia del club después de los primeros cincuenta partidos. En ese periodo, el Barça ha sumado 42 victorias, tres empates y solo cedido cinco derrotas.
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