El kazajo pensó que se había impuesto en el reducido esprint por la victoria y no se dio cuenta que el joven esloveno metió la rueda primero.
UAE Tour 2020 - Stage 5 Last kilometer pic.twitter.com/VXRfLx0PV5
— UAE Tour Official (@uae_tour) February 27, 2020
Tadej Pogacar (UAE), tercero en la Vuelta a España 2019, salió vencedor de una interesante batalla entre favoritos en la segunda subida en tres días a Jebel Hafeet, donde el británico Adam Yates (Mitchelton Scott) no pasó apuros para consolidarse como virtual campeón del UAE Tour.
Pogagar (Komenda, 21 años), tenía la espina clavada desde el martes, cuando Yates le endosó más de un minuto, por lo que anunció batalla en la subida de 10 kilómetros a Jebel Hafeet. La joya eslovena, reciente ganador en la Comunidad Valenciana, cumplió su palabra y quemó las naves en el ascenso.
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Pero su intención sirvió para batir en la cima al kazajo Lutsenko en un apretadísimo final, y al propio Adam Yates, pero no para desalojar del maillot rojo al británico, siempre ofensivo y ambicioso, sin necesidad de tirar de la explosividad mostrada 72 horas antes.
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Yates no entró a la refriega de los últimos metros, donde Pogacar metió la rueda antes que Lutsenko ante la mirada confortable de Yates. Algo más alejados de la escena pasaron Gaudu, Formolo, Zakarin y Valverde.
Era la última oportunidad de los escaladores, pues restan dos etapas regaladas para los esprinters. La general quedó bien definida con Yates al frente, seguido de Pogacar a 1.01 y por Lutsenko a 1-33.
La escapada del día se formó apenas dejó el pelotón la acera del estadio Hazza Bin Zayed, del Club Al Ain, escenario de la final del Mundial de clubes que se adjudicó el Real Madrid ante el equipo local en 2018.
Se apuntaron a la aventura desafiando al viento 5 hombres: Knox (Deceuninck-QuickStep), Warbasse (AG2R), Van der Sande (Lotto Soudal), Garosio (Vini Zabù) y Scaroni (Gazprom), aun sabiendo que iba a resultar casi imposible llevarla a buen puerto por la batalla cantada entre los "gallos" en la subida final.
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Por el trayecto aún se produjeron algunos abanicos, con cortes que metieron el susto en el cuerpo a más de uno, pero finamente sin consecuencias.
El quinteto en fuga empezó el puerto de 10 kilómetros al 6,5 de pendiente media y 17 de máxima con una renta de 2 minutos. Enseguida hizo estragos el ritmo de aproximación del UAE. Cayeron todos de maduro menos el británico Knox, quien aún resistió hasta 3 kilómetros de la cima.
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Pogacar puso de locomotora al italiano Davide Formolo, quien puso un ritmo alto para desgastar al personal y seleccionar a los candidatos. Enseguida cedió Valverde, incrustado en grupos de persecución, a otro compás, esta vez no al de los campeones.
Formolo sacó bandera blanca a 4,5 de meta para dar pista a su jefe de filas. Pogacar lanzó el primer ataque de una larga lista, contestado de inmediato por Yates. Como un grito de autoridad.
Atacaba el esloveno, contraatacaba el británico, mientras Gaudu, Lutsenko y De la Parte se unían y se descolgaban según los hachazos de los dos grandes protagonistas, a cara de perro.
La ensalada de ataques se recrudeció a 2,8 de la cima. Como esos dos boxeadores que se zurran sin piedad, pero ninguno termina de caer. Parecía que Yates se iba a marchar a 2.000 metros, pero no solo le ató Pogacar si no que en fase de no agresión se unieron los demás. Ya eran 5, con De la Parte.
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No hubo manera, ni por uno ni por otro. No habría K.O. Quedaba el triunfo por puntos, por orgullo. A 800 metros empezaron las miradas, las tácticas...Yates ya tenía el maillot amarrado. Emoción por la victoria.
Arrancó Lutsenko, abrió unos metros, pero Pogacar cogió aire y voló por la derecha, junto a las vallas, para pasar a su rival por escasos centímetros. Al menos la pedrea y el cuarto triunfo de la temporada. Yates reforzado de rojo y el kazajo tan contento con su podio.
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Este viernes se disputa la sexta etapa entre Al Ruwais y Al Mirfa, con un recorrido de 160 kilómetros.