La maluquera que le cogió a un tenista en Abierto de Australia y que lo obligó a una dura reacción

El británico Jack Draper se esforzó al máximo para ganar un épico partido a cinco sets contra el estadounidense Marcos Girón en el Abierto de Australia el martes, antes de precipitarse a un contenedor junto a la pista y vomitar.

El jugador de 22 años estuvo en la pista durante 3 horas y 20 minutos bajo un calor abrasador en el momento más caluroso del día, y en un momento dado necesitó un descanso médico para que le tomaran la tensión.

También sufrió fuertes calambres abdominales antes de acabar imponiéndose por 6-4, 3-6, 4-6, 6-0 y 6-2, instando a Girón a que se diera prisa en el apretón de manos antes de vomitar.

"Me sentí mal porque, obviamente, acababa de ganarle y me decía: 'Tengo que darte la mano, amigo, pero tengo que ir a la papelera'", explicó Draper.

Atribuyó sus problemas a la ansiedad y al estrés en situaciones de presión.

"Para mí, es como si mi respiración empezara a dificultarse y no me llegara el oxígeno", explicó.

"No sólo te estás jugando el tipo, sino que casi estás compitiendo contra ti mismo porque, obviamente, no te sientes al cien por cien.

"Es algo de lo que tendré que hablar con alguien y tratar de encontrar métodos para calmarme en esas situaciones, porque seguro que volverá a ocurrir".

Añadió que le tomaron la tensión en mitad del partido porque sentía opresión en el pecho.

"Me dolía la espalda y sentía que no podía sostenerme. Creo que eso es lo que te hace el estrés", dijo, añadiendo que situaciones similares le habían ocurrido antes.

"Siempre en la primera ronda te sientes un poco más sin aliento. Obviamente es por la tensión. Creo que eso les pasa a la mayoría de los jugadores. A mí me pasó en Miami cuando me derrumbé hace unos años.

"Obviamente, eso demuestra la mejora, que soy capaz de soportar más sufrimiento y lidiar con ello (ahora)".

Draper se enfrentará al estadounidense Tommy Paul, 14º cabeza de serie, en la segunda ronda.