El partido tuvo un libreto claro desde el comienzo, con el Shakhtar cerrado atrás y el Bayern controlando el balón y haciéndolo circular para crear boquetes en la defensa contraria.
La primera ocasión llegó pronto, en el minuto 2, con un remate ligeramente desviado a pase de Arjen Robben. En el 11 fue Thomas Müller quien, también a pase de Robben, tuvo vía libre dentro del área pero con un ángulo muy cerrado.
El Shakhtar buscaba crear ocasiones de contragolpes pero el Bayern se mostraba muy atento en el retorno y los ucranianos lograron atravesar rara vez en la primera parte con balón controlado la mitad de la cancha.
La única llegada a puerta del Shakhtar en la primera parte se produjo en el 25, con un lanzamiento de falta desde unos 35 metros de Rakitsky que no significó mayor problema para Manuel Neuer.
Al Bayern, mientras tanto, sólo le faltaba el gol. La decisión de Guardiola de dejar a Robert Lewandowsky en el banquillo tal vez le quitaba un poco de contundencia al ataque ‘bávaro', sobre todo en el juego aéreo
Sin embargo, hubo llegadas y el gol ‘bávaro' parecía ser sólo cuestión de tiempo.
Para la segunda parta el Shakhtar salió en un plan más agresivo y pareció quitarle un poco de control del partido al Bayern que combinaba con menos libertad que en la primera parte.
El equipo ucraniano empezó a ganar con mayor frecuencia los segundos balones y en uno de los avances provocó una falta de Xabi Alonso que ya tenía amarilla y vio la segunda tarjeta con lo que el Bayern se quedó con diez hombres a partir del minuto 65.
La expulsión abrió una nueva fase del partido en el que el Bayern le dio prioridad a evitar los contragolpes contrarios y arriesgó menos en lo ofensivo.
El Shakhtar, por su parte, no sacó mayor ventaja de su superioridad numérica y, cuando había avances de cierta peligrosidad, estos seguían siendo del Bayern.
En resumen, los 25 minutos finales fueron un duelo de dos equipos que no arriesgaron mucho para quedarse con el triunfo.
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