La venta de entradas, con un precios de 20 a 40 dólares, generaron largas filas en diversos puntos de San José.
Este partido previsto en el Estadio Nacional de San José, con capacidad para 35.000 aficionados, es visto por la prensa y los aficionados como una probable revancha de la derrota por 1-0 del pasado 22 de marzo sufrida en territorio estadounidense.
Más que por el resultado, el sentimiento de revancha en Costa Rica se originó porque ese partido se jugó bajo una intensa nevada que cubrió el campo de juego e impidió el desarrollo normal del encuentro.
La Federación Costarricense de Fútbol apeló ante la FIFA sin éxito, mientras la prensa, la afición, los jugadores y el cuerpo técnico expresaron su enojo, pues consideraron el encuentro como una violación al juego limpio.
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El encuentro del 6 de septiembre corresponde a la séptima jornada del hexagonal final de las eliminatorias de la Concacaf.
Estados Unidos es líder de esta fase con 13 puntos, seguido por Costa Rica (11), México (8), Honduras (7), Panamá (6) y Jamaica (2).
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Al cierre de las diez jornadas del hexagonal los tres primeros se clasificarán directamente al Mundial de Brasil 2014 y el cuarto obtendrá el derecho de disputar una repesca con Nueva Zelanda, campeón de Oceanía.