N’Golo Kanté llegó tarde a la estación cuando planeaba irse a París por lo que se dirigió a una mezquita cercana donde departió con otros jóvenes musulmanes.
Kanté es uno de los mejores centrocampistas de la actualidad. El jugador de origen africano ha sido fundamental en los títulos de sus equipos: la liga del Leicester en 2016, la liga del Chelsea en 2017 y la Copa Mundo de Francia en Rusia 2018.
Sin embargo, no lo ostenta y guarda un bajo perfil que lo hace pasar desapercibido en varias ocasiones; incluso, en la final del Mundial casi no se toma una foto con el trofeo si no es porque Oliver Giroud se lo entrega en la mano. Por eso, el deportista se ha ganado el cariño de los aficionados que lo consideran humilde y lejos de los excesos comunes en el fútbol.
El centrocampista hizo gala de esta condición en la noche del pasado sábado cuando no alcanzó a subirse al tren que lo llevaría de Londres a París. En vez de buscar otro modo de viajar, el jugador del Chelsea se quedó en Inglaterra para ir a una mezquita a rezar.
En el templo religioso se encontró con unos jóvenes que le pidieron fotos y hasta lo invitaron a comer. El futbolista no vio problema y se fue con sus fanáticos.
Los afortunados hinchas publicaron en redes sociales fotos y videos de la curiosa velada. Kanté cenó, vio televisión y hasta jugó FIFA -uno de los videojuegos deportivos con más ventas a nivel mundial- con ellos.