La vuelta del astro inglés David Beckham a la competición de la Liga Profesional de Fútbol (MLS) no ha tenido su mejor comienzo, en cuanto a imagen, después de ver como era "abucheado" durante el partido que su equipo, el Galaxy de Los Ángeles, disputó en el Estadio de los Gigantes.
El Galaxy, con el delantero Landon Donovan, el gran crítico hasta el pasado lunes del astro inglés, ganó por 3-1 al equipo local de los Red Bulls de Nueva York, el peor de la liga, pero Beckham, que hizo su debut esta temporada quedó en un segundo plano y además abucheado.
Su permanencia en Italia para jugar con el AC Milán y por segunda temporada, de las tres que lleva en el Galaxy, llegar cuando la competición de liga en la MLS ya se encuentra en la segunda mitad le ha hecho perder imagen e interés entre los aficionados estadounidenses que siguen al deporte del fútbol.
Los desplantes "justificados" de Beckham no han gustado para nada y más cuando se ha comprobado que su presencia tampoco ha sido necesaria para el desarrollo del fútbol nacional, como ha demostrado la Selección con su brillante actuación en la última Copa Confederaciones.
Publicidad
Las estadísticas tampoco le favorecen al astro inglés que firmó un contrato en el 2007 con el Galaxy por 33,5 millones de dólares y cinco temporadas para llevar disputados sólo 31 partidos, marcado cinco goles y dar 12 asistencias.
Demasiado poco para el jugador mejor pagado de la liga, que cobra cinco millones de dólares más que Donovan, que es el que tiene el salario más alto entre los profesionales nacionales.
Publicidad
"Me he dado cuenta que he recibido unos cuantos abucheos por parte de los espectadores", declaró Beckham al concluir el partido en el que salió como titular y jugó 70 minutos. "Era algo que me esperaba".
Beckham, de 34 años, en su línea de jugador educado dentro y fuera del campo, admitió que no era lo más agradable, pero que como profesional tenía que estar preparado.
"Lo importante es que conseguimos la victoria y el equipo se vio bien en el campo", comentó Beckham. "Creo que mi presencia ayuda para que seamos mejor como conjunto y de eso se trata, de jugar y ganar en grupo".
En cualquier caso, por segunda temporada consecutiva, el fenómeno Beckham dejó de interesar a la audiencia neoyorquina, en referencia con la marca histórica que logró cuando en el 2007 hizo su primera aparición en el Estadio de los Gigantes, nada más llegar procedente de España y de haber ganado la liga con el Real Madrid.
Publicidad
En su primera visita de Beckham a Nueva York, Beckham reunió a 66.237 espectadores para verlo en el partido contra los Red Bulls, la mayor entrada que ha registrado en la historia del fútbol de Estados Unidos para un encuentro de liga.
Sin embargo, el año pasado ya la asistencia bajo hasta los 46.754 espectadores y la pasada noche se quedaron en 23.238 las personas que pagaron entrada para ver el debut de Beckham con el Galaxy después de haber cumplido con su etapa anual europea.
Publicidad
"Obviamente, el primer año todo fue más espectacular e impresionante", valoró Beckham. "Tampoco debemos olvidar que estamos en una recesión y puede tener algo de influencia".