"En este juego siempre ves cosas nuevas, por eso nunca es aburrido. Hoy fue como un partido de tenis. Hemos ganado el primer set", afirmó, con aire divertido, el técnico francés, que lleva 16 años al frente del vestuario del Arsenal y que este jueves aprovechó para dar minutos a jugadores poco habituales en su once habitual.
El inglés Theo Walcott, que disputó un encuentro completo por primera vez desde la lesión que sufrió con la selección de Roy Hodgson el pasado 12 de octubre ante San Marino, se reivindicó en el ataque ‘gunner' con un triplete.
Walcott fue quien marcó el primero del Arsenal (4-1) al filo del descanso e inició una remontada que pocos podían imaginar en el Madejski Stadium de Reading.
Los ingleses Jason Roberts y Mikele Leigertwood, el francés Laurent Koscielny, en propia puerta, y el irlandés Noel Hunt, pusieron en los primeros 37 minutos de juego una distancia que parecía insuperable para los de Wenger.
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El Arsenal, sin embargo, no se dio por vencido y a Walcott se sumaron tres franceses para completar los siete goles ‘gunner' de la noche: Olivier Giroud, Laurent Koscielny y Marouane Chamakh, este último con dos tantos.
"Si juegas en el Arsenal no te puedes dar por vencido", señaló al término el encuentro Wenger, que en la segunda parte, con el partido virtualmente perdido, lanzó a su equipo al ataque.
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El técnico galo puso sobre el terreno de juego a toda la artillería que le quedaba en el banquillo (Giroud y el alemán Thomas Eisfeld) y ordenó un arriesgado 4-2-4 con el que logró minar la defensa del Reading tras 120 minutos de juego, prórroga incluida, que dieron a los londinenses el pase a los cuartos de final de la competición.
Tras el duelo, los ánimos en ambos vestuarios eran profundamente distintos: "La segunda parte ha sido una gran fiesta", decía Wenger, mientras Brian McDermott confesaba sentirse "como en un funeral".