Venía el 'galo' de unas semanas oscuras, donde las dudas se habían colado en el vestuario del uruguayo Diego Aguirre. Tres derrotas en cuatro partidos era demasiado para un club que soñó un 2016 en grande y que reclutó para la causa a un veterano mago llamado Robinho.
¿Era el Mineiro un gigante con pies de barro? ¿Le temblaban las piernas ante un mes decisivo?
Y los brasileños respondieron subidos a una apisonadora.
Apenas superados los 15 minutos de juego ya vencían por 3-0 y ya nada era tan negro como ayer. Volvía a creer el equipo, los 36.000 hinchas del Mineirao, y el presidente del club, que había visitado el entrenamiento del lunes para pedir una reacción a los suyos. Llegó a decir que se sentía avergonzado, pero en el fútbol las sensaciones siguen el camino del balón.
En este caso, apenas segundos. Eso es lo que tardó el zaguero Tiago en marcar el tanto que abrió la lata en el primer ataque del Mineiro. El zaguero fue el más listo para recoger un despeje de urgencia de Ferreyra tras un cabezazo de Junior Urso, y sorprendió a un arquero ya vencido, a quien no le hizo falta ni un minuto para saber que la noche iba a ser un infierno.
El Atlético andaba desatado y del Melgar no se tenía noticias, ni se tendrían, cuando Robinho aprovechó para comenzar a saldar sus cuentas pendientes con la misma Libertadores que se le escapó entre las manos en 2003, cuando era una joven promesa del Santos.
El exdelantero de Real Madrid recibió en el área una bola cruzada de Marcos Rocha y la convirtió, pese a estar en posición dudosa de fuera de juego, en un potente cabezazo, que atravesó las redes del Melgar y las gargantas del Mineirao.
Artillero del torneo regional, Robinho aún no había marcado en esta Libertadores y, con el tanto, actualizó un balance que no se movía desde 2005, cuando marcó su último gol en la máxima competición continental. El de este jueves fue el 15º.
Los peruanos, ya eliminados y con 0 puntos, daban bandazos por la cancha cuando Bolaños se pasó de frenada y derribó a Urso en el área. El juez venezolano pitó penal y Lucas Pratto puso el 3-0 en el minuto 16.
- ¿Poca ambición? -
Sin nunca perder el control de un partido que siempre fue suyo, y que le garantizaba una cómoda clasificación, el Atlético Mineiro levantó el pie del acelerador, quizás pensando en la semifinal del torneo estadual del domingo.
El descanso acentuó la relajación de un equipo que ya había dejado todo hecho en la primera parte y, menos agresivo, dio oportunidades al Melgar de merodear por el área contraria y despertar a Víctor de su plácido sueño.
El esfuerzo por el honor de los campeones peruanos, hundidos en una temporada para el olvido, casi se lleva recompensa con una internada de Cuesta, que acabó hecho un lío.
El Mineiro se reactivó entonces y, tras varias peligrosas llegadas, en el minuto 68 Carlos recibió una bola cruzada desde la derecha y puso el cuarto de cabeza.
Pese al gran resultado y el boleto a octavos, quedó la duda en el Mineirao de hasta dónde podía haber llegado la goleada si el 'galo' hubiera sido un poco más ambicioso.
A la misma hora, Colo Colo e Independiente del Valle empataron 0-0 en Santiago, por lo que el Grupo 5 cerró con el Atlético Mineiro líder con 13 puntos, seguido por el conjunto ecuatoriano con 11, mientras que fuera de los octavos se quedaron los chilenos, con nueve unidades, y Melgar sin haber logrado ninguna.
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