El entrenador catalán diseñó una suave sesión de trabajo en la que los jugadores que tuvieron un mayor protagonismo el sábado en el estadio La Rosaleda se ejercitaron a un ritmo menos intenso y separados del resto del grupo.
Un total de 23 jugadores saltaron al césped del Camp Nou, y se destacó la presencia del portero Oier Olazábal, del filial, puesto que José Manuel Pinto está sancionado para la gran final europea.
Los futbolistas se entrenaron luego de que Guardiola y el argentino Leo Messi hiceran declaraciones ante los medios de comunicación en rueda de prensa.
En el entrenamiento, abierto a la prensa, varios jugadores ensayaron disparos a puerta e incluso algún penalti.