Barcelona, que había sentenciado la semifinal al vencer en casa por 5-0 al Almería, volvió a infligir una nueva goleada al conjunto andaluz para plantarse en su trigésima quinta final de la Copa del Rey.
El equipo de Pep Guardiola aprovechó la primera ocasión clara que poner la puntilla a la eliminatoria, frente a un Almería que pretendía recuperar su imagen para despedir su participación en la Copa, que ha sido histórica, y hacer acopio de para la Liga, su verdadero objetivo.
El Barça jugó con el resultado de la ida y el partido fue poco vistoso de salida, también porque la UD Almería salió pensando precisamente en lo que supuso su osadía a la hora de afrontar el partido en el Nou Camp, valentía que duró lo que tardaron en llegar los goles.
El Almería defendió algo mejor y permitió menos espacios a un Barça que tuvo pocas ocasiones de gol en la primera parte. Sin embargo, sí contó con el acierto que le faltó al Almería, que antes de que Adriano decantara el partido, en el minuto 33, en una buena jugada en la que le hizo un túnel a Pellerano y se fue en carrera de Michel para batir a Esteban de disparo cruzado.
Los de José Luis Oltra dispusieron de acercamientos casi siempre con Corona como creador. El talaverano propició la primera ocasión en el 26, con un pase sobre Goitom que peinó de cabeza y Feghouli disparó al palo izquierdo de la meta defendida por Pinto.
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Afellay en el 26 tuvo la primera ocasión en el 28, pero Esteban anduvo atento para evitar el peligro y, aunque Goitom pudo marcar en el 33 tras un córner lanzado por Corona, fue el Barça el que decantó el partido a su favor y ya todo fue como el equipo azulgrana quiso.
El inicio de la segunda parte fue un intento rojiblanco por ponerle las cosas difíciles al Barça, pero el dominio de balón rojiblanco se remitía exclusivamente a su parcela, con lo que cualquier pérdida suponía una ocasión de peligro para el Barça.
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Las primeras fueron desviadas a córner, pero la que se produjo en el 55 fue para poner el segundo gol blaugrana en el marcador. Fue una acción iniciada por Thiago que abrió a banda para Dani Alves y éste se la devolvió arriba para que el propio Thiago rematara de cabeza, sin oposición, por encima de Esteban.
El Almería ya no defendía con tanta intensidad, perdía el balón arriba y el Barça casi siempre llegaba con peligro. En el 65, un resbalón de Fabián Vargas sirvió para que Keita diera un pase atrás que Afellay aprovechó para poner el tercero.
A partir de ahí, el Almería aguantó lo que pudo, ante un Barça que no pudo hacer más daño. Sólo Bojan, en el 84, pudo marcar, pero a bocajarro despejó Esteban con el pie.
Sobre el final, Real Madrid selló su serie:
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Goles de Mesut Özil y Emmanuel Adebayor en la recta final, con el Sevilla volcado buscando el milagro, sentenciaron una intensa semifinal de Copa del Rey y colocaron al Real Madrid en la final de una competición que no conquista desde 1993.
El pulso entre dos equipos que dominan el fútbol español se traslada a la Copa del Rey. Desde el 5 de abril de 1990 no se da una final que lo paralizará todo y engrandece una competición por la que José Mourinho decidió luchar desde su primer día de blanco. Su camino tuvo dosis de sufrimiento en un duelo intenso con el Sevilla.
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Dos pases totalmente equivocados (a la grada) de Xabi Alonso. Errores en el disparo y caras de ansiedad en Cristiano Ronaldo. Fueron gestos del ecuador del primer acto que describieron el momento del Real Madrid. Un equipo que de a poco ha perdido la chispa, que ha rebajado su nivel de juego colectivo y que tras un inicio intenso se fue diluyendo.
"Lucha, casta y honor", rezaba una enorme pancarta en un fondo del Bernabéu. Por entrega nada tiene que achacar la afición madridista a unos jugadores fundidos por las escasas rotaciones de Mourinho. El Sevilla, más fresco, aguantó en pie el inicio. Traer un gol en contra del Sánchez Pizjuán le condicionaba, pero Gregorio Manzano tenía un plan.
Hizo debutar a Ivan Rakitic, jugador con criterio en la construcción. Aumentó el músculo con Romaric y Zokora. Apostó de inicio por Negredo y Kanouté en ataque. Defendió y esperó su momento. El Real Madrid fue desapareciendo tras una acción individual de Di María, con un disparo desde la frontal que estrelló en el poste. Y una contra que concluyó de forma precipitada Cristiano.
Özil andaba desaparecido. Le necesitaban. Tanto como el Sevilla a Jesús Navas. Con el paso de los minutos fue pisando el área de Casillas. Un cabezazo blando de Kanouté y una acción más para la polémica, como si no hubiese suficiente con la de la ida, cuando Raúl Albiol sacó un balón de gol que para unos entró y para otros no llegó a superar completamente la línea.
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Llegó en una acción de Negredo, que definió a la red con un toque de calidad, pero el árbitro interpretó que estaba ligeramente adelantado a la defensa rival.
Cuando el silencio se apoderaba del Bernabéu, Di María dejó solo a Cristiano ante Javi Varas. No supo definir. Con tiempo para pensar chutó abajo, en la zona defendible por el portero. Tres partidos sin marcar han rebajado la confianza del goleador.
El duelo perdió su esencia copera. Parecía que había puntos en juego. En la reanudación el Real Madrid salió a buscar el gol que sentenciara todo. No lo encontró y según el partido llegaba a su final, con Manzano ejecutando su plan juntando todo su arsenal ofensivo con la entrada de Luis Fabiano, la incertidumbre fue creciendo.
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Antes Cristiano firmó una noche negra. Tan ansioso por marcar que falló todo. Estrelló en la barrera una falta al borde del área, y a veinte del final un remate escorado suyo lo sacó Benzema, que invento en la siguiente acción un brillante pase al espacio que no supo culminar el portugués. Javi Varas mantuvo la emoción con una parada a Di María.
Restaban diez para el final y Manzano no podía esperar más. Se jugaba todo a una carta. Las llegadas de su equipo no inquietaban a Casillas. Con la entrada de Perotti corría todos los riesgos posibles. O llegaba una acción de gol que provocaba la prórroga o la velocidad al contragolpe del Real Madrid le mataría.
Ocurrió lo segundo. Conexión germana con pase de Khedira y Özil con todo a su favor definió con maestría. Regateó al portero y marcó. El Bernabéu soltó un suspiro antes de una gran celebración.
Con todo sentenciado llegaron los cambios de Mourinho, que apenas reparte minutos. Su petición en el mercado invernal los aprovechó. Adebayor sobre la hora mostró de lo que es capaz. Mató con el pecho un pase de Lass Diarra y soltó un latigazo a la red. El Real Madrid conquista el premio buscado tumbando al vigente campeón. Antes de la deseada final ante el Barcelona, su técnico tendrá que medir mejor los esfuerzos para no mostrar un equipo agotado a la hora de la verdad.
Finales Madrid-Barça:
Año Resultado Sede
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1936 Madrid-FC Barcelona 2-1 Mestalla
1968 Barcelona-R.Madrid 1-0 Bernabéu
1974 R.Madrid-Barcelona 4-1 V.Calderón
1983 Barcelona-R.Madrid 2-1 La Romareda
1990 Barcelona-R.Madrid 2-0 Luis Casanova.
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Más datos de la final:
Equipo Finales jugadas Títulos Último título
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FC Barcelona 33 28 2009
Real Madrid 36 17 1993
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