Boca Juniors logró el campeonato del fútbol argentino por diferencia de goles sobre Tigre, que necesitaba otro tanto para obtener el primer título de su historia.
El tanto lo marcó Leandro Lazzaro (m.68) en un partido en el que Boca Juniors empezó bien y terminó apurado y con diez jugadores por al expulsión del delantero Rodrigo Palacio sobre el final por cometer una falta y protestar un fallo del árbitro.
Tras un calendario de 19 jornadas Boca Juniors necesitó dos partidos más para alcanzar el vigésimo noveno título de Liga de su centenaria historia, y superó en un triangular a San Lorenzo (1-3) y este martes le alcanzó con la diferencia goleadora alcanzada en ese encuentro.
Pese a que con una derrota por la mínima los boquenses obtenían el campeonato, tomaron la iniciativa con un juego abierto impulsado por el lateral paraguayo Morel Rodriguez y Dátolo desde la izquierda, respaldados por el permanente corte y la salida rápida del medio centro Battaglia.
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Pero Tigre dio la cara, superó como pudo algunos sofocones cerca de su área, aprovechó las imprecisiones del vértigo ofensivo de Boca -equipo en el que fue baja Juan Roman Riquelme- y buscó responder a través del creativo Martín Morel, aunque no funcionaba la conexión de éste con los puntas Lazzaro y Luna.
El despliegue físico de Tigre y su necesidad de ganar por dos goles de diferencia atenuaron durante varios minutos los ímpetus de Boca y lo obligaron a cometer reiteradas faltas cerca de su portero García, lo que se convirtió en el principal recurso del modesto equipo del norte bonaerense, del que no logró frutos.
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La formación "auriazul" fue cada vez menos precisa pese a que tuvo situaciones claras para anotar con Figueroa y Gracián, perdió balones en el centro del campo y su guardameta, cerca del final de la primera parte, paró un remate frontal del "tigrense" Martín Morel en una de las mejores posibilidades que tuvo su equipo.
El uruguayo Álvaro González sustituyó a Dátolo, lesionado, desde el arranque del segundo tiempo, con lo que Boca Juniors dio la impresión de que cambiaría su esquema de ataque con una actitud más conservadora.
Tigre tenía las mayores responsabilidades en los segundos 45 minutos, mantuvo la presión sobre un rival cómodo con el resultado, lo inquietó poco y le costó superar la mitad del campo. Pasaba poco y nada, pero a los 68 minutos un centro que el meta boquense García debió controlar puso el partido en el fuego.
García, que ya había cometido un error que le costó un gol en el encuentro anterior ante San Lorenzo, se distrajo y Leandro Lazzaro se anticipó con un cabezazo tan sorpresivo como demoledor.
Inmediatamente el entrenador Carlos Ischia dispuso que saliera al campo el portero Josué Ayala, que debutó por el infortunado futbolista también surgido de la cantera.
Boca, con problemas para hacerse del balón y organizarse, enfrió el partido, aguantó el entusiasmo de Tigre con dos líneas de cuatro jugadores y se arriesgó lo menos posible hasta la celebración por el título conseguido.
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Los nervios casi se comen al equipo de Ischia, que se quedó con diez jugadores a los 91 minutos por la expulsión del delantero Rodrigo Palacio.
No hay consuelo tras un título perdido por diferencia de goles, pero la brillante campaña de Tigre apunta en las mejores páginas de su historia dos victorias en el Apertura 2008 sobre el equipo más popular del país, por 2-3 en la fase regular y la de este martes en el triangular final.
Buenos Aires (Argentina)
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