Con un punto en las alforjas producto de un 1-1 con Egipto en el caso de los brasileños y un 0-0 con Panamá en el de los austríacos, ambas selecciones cerrarán la segunda jornada del grupo E con la ventaja de conocer la suerte de sus rivales, que horas antes jugarán en el mismo estadio.
Los de Ney Franco fueron rehenes el viernes pasado de la ansiedad y de un fútbol vertical y solidario propuesto por Egipto y cambiaron a través de los 95 minutos jugados el dominio del balón y el vértigo de su juego a ras de césped por desesperados ataques con reiterados centros aéreos que facilitaron la vida del adversario.
El entrenador brasileño criticó el desempeño de los jugadores y trabajó desde entonces en la recuperación de estos fundamentos naturales para exponer de nuevo pinceladas del fútbol exquisito que le llevó al título del pasado Campeonato Sudamericano Sub-20, aunque entonces destacaban como líderes Neymar y Lucas, hoy ausentes y sin sustitutos del mismo peso a la vista.
El seleccionador Andreas Heraf se ha tomado con mucha naturalidad y sin ningún complejo aparente la cita del lunes con Brasil en el estadio Metropolitano.
Publicidad
Pese a haber traído a Colombia un equipo desmantelado de figuras por la negativa de los clubes a cederlos para este torneo, su mayor preocupación antes del debut con Panamá en Cartagena era tener a punto en el aspecto físico a sus jugadores, víctimas todos en el comienzo de los rigores del calor y la humedad.
La adaptación fue más rápida de lo esperada pues el viernes los de Heraf corrieron tanto o a veces más que los panameños. La duda radica en si el desgaste del viernes les pasará factura este lunes.
Publicidad
En lo estrictamente futbolístico, Heraf parece no temer a los rótulos y estar más convencido de poder propiciar grandes sorpresas.
"El fútbol no sería el fútbol si siempre ganara el equipo grande y nunca el pequeño", filosofó el entrenador, que dirige a los juveniles de su país desde el 2008.
El entrenador austríaco sabe también que una defensa bien parada para resistir las primeras escaramuzas de los brasileños podría provocar con el paso de los minutos desórdenes tácticos y desespero anímico en sus rivales. Escenario ideal para pescar en río revuelto.
La presión de haber pasado ocho años en ayuno de títulos en el Mundial Sub'20 es positiva, a juicio de algunos jugadores. Es como una inyección de ánimo para superar los propios límites.
"Lejos de ser una carga para nosotros o afectarnos, nos motiva. Tenemos que estar enfocados para superar lo hecho en el debut y conquistar el título", afirmó el zaguero zurdo Gabriel Silva.
Publicidad
El decepcionante desempeño de Brasil en la apertura hizo inevitable que la prensa vuelque sus preguntas a Ney Franco por el vacío que dejaron Neymar y Lucas.
"Es sentida (la ausencia), pero intentamos mantener la misma forma táctica", declaró el entrenador brasileño.
Publicidad
Los sustitutos quedaron debiendo a la confianza que les ha dado: para el puesto de Neymar, la figura del Santos y de la selección absoluta, convocó a Philippe Coutinho, del Inter italiano.
Y en el puesto de enlace que desempeñó Lucas, jugador del Sao Paulo, el entrenador de los juveniles tiene como alternativas a Oscar, del Internacional, y a Alan Patrick, del Santos.
Apenas Oscar demostró en el partido inicial tener más pirotecnia. Incluso Alan Patrick debió dar paso a Negueba, un delantero más explosivo que hizo méritos para jugar como titular.
Alineaciones probables:
Brasil: Gabriel; Danilo, Bruno Uvini, Juan, Gabriel Silva; Fernando, Casemiro, Oscar, Alan Patrick, Philippe Coutinho; y Willian.
Publicidad
Austria: Radlinger; Dilaver, Schimpelsberger, Farkas, Rath; Kainz, Gucher, Offenbacher, Schuetz; Weimann y Zulj.
Árbitro: por definir.
Estadio: Metropolitano Roberto Meléndez, de Barranquilla.
Publicidad