El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso ha cerrado una temporada casi perfecta en la Bundesliga que le dio su primer título de campeón alemán y, sin perder un solo partido, puso fin a la llamada 'maldición del Vicekusen' y puede agregar los títulos de la Liga Europa y de la Copa germana.
El último obstáculo que le quedaba para convertirse en el primer campeón invicto de la historia de la Bundesliga lo superó este sábado con la victoria ante el Augsburgo por 2-1.
En el minuto 12 Victor Boniface abrió el marcador a pase de Adli en una jugada que se inició con un fallo del meta checo Tomas Koubek. Luego, en el 22, Robert Andrich aumentó la cuenta con un remate de tacón a pase de Jonathan Tah en una jugada que se inició en un saque de esquina.
Los dos goles permitieron creer ya desde relativamente pronto en un nuevo cénit en una temporada milagrosa en la que la maldición de los segundos lugares sólo ha sido un sueño de otros tiempos.
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Algo curioso fue que el 2-1, marcado por Kömur en el 63, causó una reacción airada de Xabi Alonso, que no parecía para nada satisfecho de que sus jugadores bajaran el ritmo
El Leverkusen ha sido cinco veces segundo, lo mismo que el Colonia. El Werder Bremen tiene dos subcampeonatos más, al igual que el Schalke, mientras que el Borussia Dortmund suma nueve segundos lugares y el Bayern, con el segundo puesto de esta temporada, 11.
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Pero para el Leverkusen los segundos lugares eran especialmente dolorosos por el hecho de no haber sido nunca campeón alemán y haberse quedado al menos dos veces a las puertas de serlo.
Para superar lo que había empezado a parecer una maldición había que montar un equipo casi perfecto y Xabi Alonso lo logró.
Cuando llegó, a mediados de la temporada anterior, la situación no era nada prometedora. El equipo ocupaba un puesto de descenso y parecía haber caído en una dinámica audestructiva.
La primera tarea era lograr la permanencia. Se logró con creces y también la clasificación para la Liga Europa. En la segunda temporada el equipo empezó a mostrar desde el comienzo que podía llegar lejos.
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Xabi Alonso ha dicho que aunque desde el comienzo sabía que el equipo tenía condiciones para hacer una gran temporada la posibilidad de ganar la Bundesliga sólo empezó a plantearsela a medida que iban pasando los partidos.
Los nuevos fichajes -Granit Xhaka, Alejandro Grimaldo, Jonas Hofmann y Victor Boniface- se integraron pronto e hicieron un gran aporte. El equipo, a medida que ganaba partidos, fue ganando seguridad.
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El libreto era poner el balón en la mitad contraria, con una línea de tres centrales jugando bastante adelantada, con Xhaka repartiendo pelotas, con Florian Wirtz abriendo espacios en el uno a uno y con Grimaldo y Jeremie Frimpong llegando por las bandas.
Lo increíble de la temporada del Leverkusen no han sido tanto las victorias obtenidas cuando las cosas marchaban bien, sino la capacidad de reacción cuando las cosas no marchaban.
El Leverkusen ha salvado muchos puntos en la recta final de los partidos. El gol de Josip Stasinic para el 2-2 ante el Roma en la vuelta de la semifinal de la Liga Europa en el minuto 97 fue el decimocuarto tanto marcado por el Leverkusen esta temporada en el tiempo añadido.
Esos goles agónicos han hecho un aporte clave a la larga serie de partidos sin perder que hizo al Leverkusen prácticamente intratable en esta temporada.
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