Ricardo Carvalho ya había sido tentado por el Madrid en el año 2004 pero en esa ocasión no se dio.
Durante el verano de aquel año muchos fueron los equipos interesados en hacerse con los servicios del portugués y cerca estuvo de firmar por el equipo entrenado entonces por José Antonio Camacho pero la fortaleza negociadora del entonces presidente del Oporto, Pinto da Costa, llevaron al jugador a tierras inglesas.
Da Costa dejó claro que el precio por Carvalho era de 30 millones de euros y que no lo vendería por debajo de esa cifra. El Madrid no tuvo claro entonces abonar una cantidad que en ese momento consideraba excesiva y Carvalho puso rumbo al Chelsea cuyo presidente, el ruso Roman Abramovich, sí pagó el precio exigido.
El interés por el central portugués no fue casual ya que llegaba precedido de una gran actuación en el Oporto, al que llegó en 2001.
Aunque antes de llegar a este equipo de la mano de José Mourinho, con el que volverá a coincidir en Madrid, Carvalho jugó en el Vitoria de Setubal y en el Alverca, pero fue con el equipo del norte de Portugal con el que alcanzó sus mayores éxitos.
Carvalho sólo necesitó una temporada para aclimatarse ya que, en su segunda temporada con Mourinho, el central conquistó la Liga y la Copa de Portugal, la Copa de la UEFA y fue nombrado mejor jugador del año en su país.
Además, su presencia en la Eurocopa de Portugal 2004, en la que brilló como sustituto de Fernando Couto en la zaga portuguesa, hizo que subiera su caché.
La victoria del Oporto en la UEFA fue una sorpresa que se acrecentó con la conquista de la Liga de Campeones la temporada siguiente cuando, tras derrotar al Mónaco en la final, Carvalho se convirtió en uno de los centrales más deseados del mercado.
Ya en Inglaterra, Carvalho, que ganó la Liga inglesa, la Copa de la Liga y la Community Shield el año de su llegada, se confirmó como uno de los mejores centrales del panorama internacional.
Durante sus siguientes temporadas en el conjunto inglés, el portugués ganó dos Ligas inglesas, tres Copas de Inglaterra, una Copa de la Liga y una Community Shield convirtiendo su palmarés en uno de los más completos de los jugadores en activo.
Mourinho ha apostado por un jugador que conoce bien y que puede convertirse en el central de garantías que el técnico portugués busca.