Como ya es costumbre, Colombia arrancó el juego mostrando lo mejor de su fútbol. La dupla creadora de Javier Reina y Sherman Cárdenas; el tándem ofensivo de Marco Pérez y Cristian Mejía; así como un aplicado sistema defensivo, en el que debutaba el portero Andrés Mosquera; respondieron a la perfección y rápidamente condujeron al rival a su propio campo.
Rápidamente es término exacto, pues en el mismísimo primer minuto los ‘cafeteros' ya abrían cuentas.
Tras tiro de esquina levantado por Cárdenas y desconcentración de la zaga paraguaya, el defensor Hernán Pertuz remató a dos tiempos, ante la interceptación inicial del arquero Joel Silva, y nuevamente celebró tanto en el ‘Juventud de América'.
Pese a que sus prioridades son defensivas, el jugador ya había vencido la puerta de Uruguay en la segunda fecha del hexagonal.
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Colombia se hizo fuerte con la diana. Obligada a ‘resucitar' en la instancia final del torneo, no se conformó con la ventaja y siguió poniendo en aprietos a Paraguay.
A los 18', Cárdenas se ‘coló' en territorio contrario, pero su ‘zapatazo' fue contenido por Silva. A los 21', con toda la justicia del caso, llegó el 2-0 y renació la esperanza de alcanzar la Copa Mundial.
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Como ya es habitual, el habilidoso delantero Cristian Mejía demostró su ‘endiablada' gambeta y sólo pudo ser frenado por una falta. La infracción fue en el área y el árbitro señaló pena máxima.
Sherman Cárdenas esta vez no falló. Su impacto de pierna izquierda dejó a Colombia entre abrazos.
En la recta final del primer tiempo, la escuadra del técnico José Hélmer Silva aflojó el ritmo y concentró energías en detener a un Paraguay con ganas, pero sin demasiado talento.
La zona de contención hizo su trabajo, el meta Mosquera no pasó demasiadas angustias y el pitazo del árbitro confirmó un triunfo parcial que, a esas alturas, valía más que oro.
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Y llegó la angustia...
Sin modificaciones en sus nóminas titulares, Colombia y Paraguay regresaron al estadio José Antonio Anzoátegui de Puerto La Cruz para jugar la segunda mitad.
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Los ‘guaraníes', heridos en su orgullo y también con necesidades a cuestas, estuvieron cerca del descuento en el minuto 2, cuando Rodrigo Burgos impactó una pelota de centro y la vio ‘perderse' muy por encima de la puerta ‘cafetera'.
Como suele pasar, Colombia perdió orden en el complemento. Su rival ganó metros, tomó la batuta y le hizo daño temprano... demasiado temprano.
A los 7', el volante Hernán Pérez recibió una habilitación a ras de suelo y con elegancia burló la salida del ‘cuidapalos' Mosquera. Instantes más tarde los ‘rojiblancos' alcanzaron a gritar el empate, pero el palo le dijo ‘no' al 2-2.
El creativo Javier Reina tuvo que abandonar el campo a los 14 minutos por causa de una molestia física y Sherman Cárdens quedó a cargo de las ideas ‘amarillas'.
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Entre presión del contrario y un evidente nerviosismo de que se repitiera la historia de partidos anteriores, los ‘pelaos' lograron calmar las cosas y a la altura de los 25 apostaban nuevamente por la ofensiva.
El técnico Silva decidió aguantar en la recta final y a 15 minutos del final ordenó el ingreso del volante de contención Mauricio Arroyo. Cárdenas dijo adiós al compromiso. Instantes después Cristian Nazarith sustituyó a Cristian Mejía, autor intelectual de la segunda diana.
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Fue asunto de tiempo. El pasar del cronómetro relajó a la escuadra ‘amarilla' y sentenció el final de las acciones en Puerto La Cruz.
Como suele suceder, la Selección Colombia es un ejercicio de fe. Tras su primer éxito en el hexagonal sumó 3 puntos y tiene aún 6 en juego para asegurar presencia en la Copa Mundial Egipto 2009.
El viernes, ante Brasil, y el domingo, en una última jornada frente a Argentina, los ‘cafeteros' se jugarán los restos de un sueño.
Cuesta, pero sí se puede ganar.