La acción parecía normal: Elkin Soto, volante del Mainz, fue a marcar a Rafael van der Vaart, capitán del Hamburgo. El veterano colombiano quiso meter la pierna y de pronto todo el estadio quedó en silencio: los ligamentos cedieron y el pie del jugador de manizales siguió de largo como si la rodilla fuera de hule.
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Aún se espera el parte médico oficial, pero el primer pronunciamiento del Mainz es que se trata de una "pérdida total" de la rodilla, golpe duro para un jugador de 34 años que este verano terminaba su contrato con el club que, sin embargo, le renovó hoy mismo la vinculación por un año más para recuperarlo y que así pueda volver a la acción en 2016.
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