Los jugadores, que habían pasado unos días concentrados en Barcelona, tenían billetes para viajar desde el aeropuerto del Prat a Düsseldorf y desde allí conectar con otro avión que les llevaría a Suecia, informó el diario francés "L'Équipe".
Pero los deportistas, en su mayoría de origen kurdo, consideraron que la espera en tránsito en el aeropuerto de Düsseldorf era demasiado larga y decidieron cambiar sus pasajes en el avión de la aerolínea Germanwings por las últimas plazas disponibles en tres vuelos con destino a Múnich.
Evitaron así perder la vida en ese fatídico vuelo, que terminó estrellándose en los Alpes franceses por causas aún desconocidas causando la muerte de todos sus ocupantes, 144 pasajeros y seis miembros de la tripulación.
"A todos los que han intentado contactar con nosotros en las últimas horas, estamos bien y en casa", publicó en su cuenta de Twitter el portero del Dalkurd FF, Frank Pettersson.
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El director deportivo de este club del sur de Suecia, Adil Kizil, confirmó que cambiaron de vuelo en el último momento.
"Había cuatro aviones que han salido a esa hora y que volaban hacia el norte, pasando por encima de los Alpes. Cuatro aviones y nosotros teníamos jugadores en tres de ellos. Se puede decir que hemos tenido verdaderamente mucha, mucha suerte", comentó Kizil en declaraciones que recoge L'Équipe.
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