Al parecer, dos árbitros indicaron a Rubén Albarracín que dejara de dar instrucciones en español a algunos de sus jugadores, que eran hispanos, un incidente que el Optimist Club, encargado de supervisar la liga, dijo al diario que se trató de un malentendido.
Añadió que no existe ninguna norma que prohíba que los entrenadores hablen en un idioma diferente al inglés y aseguró que investiga lo ocurrido en el campo de fútbol del complejo deportivo de Cooper City, al norte de Miami.
Albarracín, entrenador del equipo Dallas FC, explicó que normalmente se dirige en español a sus jugadores, todos de entre 14 y 18 años y en su mayoría hijos de inmigrantes de Latinoamérica, y que nunca antes se había sentido discriminado por ello.
"Nos dijeron que había una nueva regla y que no podíamos hablar en español. Les dijimos a los árbitros que queríamos ver dónde estaba escrita esa regla, y entonces las cosas se pusieron feas", explicó Carlos Pérez, entrenador ayudante de Albarracín.
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