"Fabio está enfadado. Ese asunto debe ser solucionado de alguna forma en breve", dijo Capello hijo en declaraciones a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
El abogado reconoció que es la primera vez que se topa con una situación en la que es una federación la que no paga el sueldo a un deportista, ya que normalmente son los clubes los que adeudan dinero a los futbolistas, ciclistas o baloncestistas.
Según la prensa local, Capello lleva más de cuatro meses sin cobrar, ya que la UFR arrastra desde hace años millonarias deudas, lo que ha multiplicado los rumores sobre una posible dimisión del legendario técnico transalpino.
Desde el Mundial de Brasil, Capello ha estado en el ojo del huracán por multitud de motivos, aunque el técnico insiste en que se mantendrá en su puesto mientras cuenta con la confianza de la federación rusa.
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Varios diputados de la Duma instaron al seleccionador a acudir a la cámara de diputado ruso para rendir cuentas sobre su trabajo, aunque el ministro de Deportes, Vitali Mutkó, aseguró que la presencia de Capello en el Parlamento era innecesaria.
Con el italiano en el banquillo, Rusia se clasificó brillantemente para el Mundial tras dejar en la cuneta a la Portugal de Cristiano Ronaldo.
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No obstante, la eliminación en la primera fase mundialista tras una derrota ante Bélgica y dos empates a un gol ante Argelia y Corea del Sur pusieron al exseleccionador de Inglaterra en el ojo del huracán.
Fue la primera vez que los eslavos no lograban ninguna victoria en un Mundial de fútbol, incluyendo también a la antigua Unión Soviética.
Además de las alusiones a su excesivamente defensivo esquema de juego y su errática política de cambios, arreciaron las críticas por su alto salario, ya que Capello es el seleccionador mejor pagado del planeta con más de 10 millones de dólares anuales u 8 millones de euros.
Rusia arrancó la clasificación para la Eurocopa de Francia 2016 con victoria ante Liechtenstein (4-0), pero los últimos dos resultados han sido de empate a un gol, ante Suecia en Estocolmo y, lo que es peor, ante la modesta Moldavia en Moscú.
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