La denuncia fue formalizada este miércoles, una semana después de que Adriano no alcanzase un acuerdo en una audiencia de conciliación con la víctima, que resultó herida en el índice de su mano.
El suceso ocurrió el 24 de diciembre del año pasado, después de que Adriano, el expolicía Júlio Cesar de Oliveira y cuatro mujeres saliesen de una discoteca en dirección a la casa del jugador.
El arma, una pistola Taurus de calibre 40, era propiedad de Oliveira, que también ha sido acusado por negligencia al permitir que Adriano la usase, según un comunicado.
Según la acusación, el expolicía dejó el arma a Adriano, que sin tener conocimientos, quitó el seguro y la exhibió para los demás ocupantes del vehículo.
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Adriano pasó la pistola a la víctima y cuando esta se la devolvió, el futbolista "repentinamente disparó el arma" e hirió a Pinto en el dedo, según el relato de la acusación.
Para reconstruir el dedo, la víctima tuvo que someterse a un trasplante óseo, una revascularización y diversas intervenciones realizadas en dos operaciones.
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El futbolista y el expolicía, que se exponen a penas de entre dos meses a un año de prisión, participarán en la audiencia de instrucción el próximo 13 de diciembre.
Durante la fase de investigación, Pinto cambió su versión de los hechos, primero culpando y luego eximiendo de culpa a Adriano, que siempre negó haber sido el autor del disparo.
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