"Ha sido un gran día para mí, muy emotivo", anunció Ribéry en una charla con FCB.tv justo después de la sesión.
"Es la primera vez que una lesión me ha tenido tanto tiempo retirado del terreno de juego, ha sido una situación difícil para mí. Así es el fútbol, así es la vida. Es importante mantener la cabeza alta y trabajar duro. Ahora por fin puedo volver con el equipo. ¡Buenas vibraciones!".
El francés de 32 años entró el miércoles poco antes de las once al campo ante la atenta mirada de su mujer Wahiba, su hermano Steeven y su primo Matthieu. Después de calentar tocó rondo con esprint y tiro a puerta, pero el recién incorporado no pudo jugar el partido de entrenamiento. "Todo el equipo se alegró mucho por mí" reveló Franck Ribéry. "Me la he pasado muy bien".
Lo que parecía una pesadilla para Ribéry hoy es alegría, en pasadas entrevistas se supo que sufría mucho porque la rodilla no dejaba de doler. Ahora el centrocampista solo espera volver a jugar este año.
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