Sí, vimos un palazo de Luis Carlos Arias en el primer tiempo y una buena atajada de Vikonis en un mano a mano, pero lo cierto es que el clásico capitalino quedó en deuda. Cuando hay tantos riesgos por una posible derrota, en el caso de Millonarios la virtual salida de su técnico y en el de Santa Fe quedar por debajo de su rival de patio en la tabla y completar tres partidos sin ganar, el miedo a perder importa más que la necesidad de ganar y eso fue lo que vivimos en El Campín.
Curioso que Millonarios antes de 30 minutos ya había tenido que realizar dos sustituciones por lesión: Robayo y Candelo ingresaron por Fabián Vargas y el 'Pocho' Insúa, y con dos de los "históricos" del club, que habitualmente son suplentes, la actitud del equipo cambió y empezó a recuperar una pelota que era de Santa Fe, dueño también de la iniciativa en esa primera media hora, y a nivelar un partido que prometía en ese momento, pero que se perdió en un juego lateralizado en el que era preferible jugar hacia atrás que arriesgarse a encarar.
Porque hay que decirlo: ningún equipo encaró. Tal vez en Millonarios Javier Reina fue la excepción, pero sobre el remate del partido se fue sustituido tras un anodino segundo tiempo en el que los dos clubes hicieron poco para salir del cero.
Lunari, con un punto frente al vigente campeón -que sólo le lleva dos puntos en la tabla y con un partido más- puede respirar hasta la próxima fecha. santa Fe, como quedó claro en la decisión de no alinear a Omar Pérez, tocado en una rodilla, está más interesado en su duelo de Libertadores frente a Mineiro que en lo que pase por estos días en la Liga.
El clásico 280 se fue en ceros; veremos si el 281, programado para la última fecha, cuando los dos llegarán seguramente necesitados de puntos, al menos si se mantienen las cosas como están, nos entrega algo más.